Inspectores de patrimonio histórico del Consell de Mallorca han constatado en una visita el estado de semirruina en el que se encuentra la torre de Cala Figuera, con el hundimiento de un pared exterior que deja al interior sometido a los efectos de la erosión.

Los resultados de la inspección se incluyen en el expediente de autorización de actuaciones de "urgencia" que tramita la institución insular para esta estructura defensiva que cuenta con la calificación de Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento.

Esas actuaciones se han sometido a la aprobación de la comisión insular de patrimonio histórico, que recomienda la consolidación del paramento interior de la torre que ha quedado a la vista como consecuencia del hundimiento de uno de los muros. Además, aconseja actuaciones de apuntalamiento como las que ya se han efectuado en esta antigua torre de vigilancia.

En el expediente técnico, consta también la recomendación de que se preserven todos los restos de la construcción que están desperdigados en el entorno después de haberse desprendido. En este sentido, recuerda que son piezas que forman parte de la torre y que deben incorporarse en una futura reconstrucción.