Hoy es un día muy esperado para los habitantes de sa Pobla. Saldrán los catorce demonios y Sant Antoni, acompañados de las cantadoras, y realizarán el cercavila por las plazas y las calles de la localidad. Uno de estos demonios, el Dimoni Gros, se estrenará para la ocasión. Siempre iba con ellos uno con muchos más kilos pero este Dimoni Gros va a ser más ligero. El anterior quedará expuesto en el Museu de Sant Antoni. Andreu Company Pol se ha encargado de crear esta réplica. "El anterior pesaba catorce kilos y este pesa cinco y medio, está realizado con fibra de vidrio", explica. Como curiosidad, el origen de los cuernos. "Los traje de Valencia, de una corrida de toros celebrada en agosto; miden 59 centímetros y eran de un toro de más de 150 kilos", explica Company.
La Obreria "tiene la intención de crear una nueva colla de dimonis para que los ya utilizados puedan tener un nuevo uso y sean expuestos en el Museu de Sant Antoni durante estas fiestas", explica Pep Pons, portavoz de la Obreria de Sant Antoni. Cabe recordar que de los 14 demonios, tres son del ayuntamiento de sa Pobla, aunque están custodiados por la Obreria de Sant Antoni, que cuida también del resto.
Además, cabe mencionar que este año los dimonis también estrenarán pantalones. Este es tercer demonio que elabora la Obreria. Anteriormente fueron Conguito y en Boca Torta y se prevé que para el año 2017 creen otro.
Las cantadoras se reivindican
"Las cantadoras de la Obreria de Sant Antoni tienen un papel de-sapercibido pero a la vez muy importante", explican estas figuras que acompañan a los protagonistas de la fiesta y que piden "máxima difusión, colaboración de la ciudadanía y respeto" y que se las "deje realizar su papel de cantadoras".
Reclaman su lugar y que "se les permita el paso cuando lo piden y cuando se realiza el baile", expresan. "Sin nosotras los demonios no podrían bailar". Balbina Sánchez, una de las cantadoras, explica que "con los pocos años que llevo cantando ya me ha bastado para ver lo poco consideradas que estamos las cantadoras por parte del Ayuntamiento y la ciudadanía. A la hora de nombrar a los demonios también se podría nombrar a las cantadoras", propone.
