El grupo ecologista Gadma denunció ayer que la depuradora de Binissalem y Sencelles, que está en proceso de ampliación, verterá los líquidos sobrantes al torrente de Almadrà a través de una tubería terrestre de 3.250 metros cuyas obras están a punto de conectar la infraestructura con el torrente a su paso por el municipio de Binissalem, donde el cauce recibe el nombre de Rafel Garcés.
Los representantes del colectivo ecologista alertaron de que este torrente se une más adelante con el de Solleric, que ya recibe los vertidos de las depuradoras de Alaró, Santa Maria y Consell, y posteriormente desemboca en el parque natural de la Albufera, por lo que el peligro de contaminación del humedal es elevado. Por su parte, el torrente de Almadrà ya está afectado por los líquidos sobrantes de la depuradora de Consell y, una vez culminada la conexión mediante un emisario, también del equipamiento que da servicio a Binissalem y Sencelles. "Todo esto provocará graves problemas de contaminación en un futuro", según el portavoz de Gadma, Bernat Fiol.
Fiol recordó que hace siete años Gadma presentó alegaciones junto al ayuntamiento de Binissalem, cuando el PP estaba en minoría en este municipio y en las instituciones de Palma gobernaba el pacto de progreso, para que el ejecutivo modificase el proyecto y descartase la tubería de conexión con el torrente de Almadrà y potenciase el sistema de lagunaje. El portavoz del grupo ecologista explicó ayer que el objetivo era el de evitar que todo el agua mal tratada sobrante acabase en el torrente. Finalmente, las alegaciones no fueron atendidas y se optó por la construcción del emisario que vertirá el agua sobrante al torrente mediante cuatro salidas de agua. "El Govern se ha acostumbrado a construir las depuradoras sin las lagunas de seguridad", lamenta Gadma. Por otra parte, añadió que los payeses de la zona "no quieren el líquido tratado por es de muy mala calidad y en la zona no existe una comunidad de regantes". Según el grupo ecologista, la depuración debería ser terciaria porque, de lo contrario, el peligro de contaminación del torrente y de los acuíferos de la zona es muy alto.
Por otra parte, Gadma ha instado a los propietarios de terrenos cercanos al torrente que realicen análisis de sus pozos con la supervisión de un notario por si posteriormente se producen problemas de contaminación.
