Ni llueve ni hace frío. Los cultivos, árboles y animales de nuestro campo se encuentran un tanto despistados. La temporada empezó bien, con abundantes lluvias en septiembre y octubre, pero ahora ya hace unos dos meses que no cae una gota y empieza a ser preocupante. Lo que de momento salva los cultivos de cereales es la humedad que se produce con las intensas nieblas matinales. Otro factor favorable ha sido que apenas ha soplado el viento y el poco que se ha movido ha sido muy flojo. Por este motivo, la humedad que tenían las plantas y el terreno no se secaban y se aprovechaba en su totalidad.
"La siembra primeriza ya tiene un tamaño notable y la pequeña cantidad de agua que se acumulaba en las hojas se deslizaba hasta la raíz de la planta", comenta un veterano payés que piensa que todavía se puede salvar la cosecha. Al cereal sembrado a finales de octubre y noviembre puede que esta humedad le baste para nacer pero necesitará más agua para su crecimiento y si esta tarda otro mes en caer mucho cereal no llegará a buen puerto. "El forraje tempranero se está secando, ya que su necesidad de agua es mayor y no le basta con las nieblas que se están produciendo. Hay que tener en cuenta que este forraje es el alimento que necesitan las ovejas durante todo el invierno, y si nos falla mal lo va pasar este ganado", explica Biel Torrens, secretario de Unió de Pagesos.
Torrens también asegura que "hubo terrenos en los que se sembraron cereales con la tierra seca y han tenido una mala nascencia, lo que ha motivado que en muchos casos hayan tenido que resembrar. Hay que tener en cuenta que, si bien la niebla ha paliado el contratiempo de la lluvia, también es cierto que ha aparecido en algunas zonas el problema del rovell o añublo".
Tiempo atípico
Es cierto que por las mañanas y las tardes hace un poco de frío pero en las horas centrales del día la temperatura es bastante más elevada que lo normal en esta época del año y si a esto le sumamos la falta de lluvia, nos encontramos con un tiempo bastante atípico. "El tiempo que tenemos no es bueno ni para las plantas, ni para los animales ni para las personas", asegura un payés.
Lo cierto es que hay algunos almendros que han florecido y los perales, manzanos y ciruelos se están muriendo por falta de agua. "El año pasado, también con altas temperaturas, las higueras afloraban antes de tiempo, y este año ha sucedido lo mismo con higueras y también con algunas plantaciones de naranjos, han tenido una segunda floración y tienen pequeños frutos, cuando lo normal en esta época es la recolección de la naranja", manifiesta Torrens.
