El consejo Regulador de la Denominación de Origen Binissalem ha dado por cerrada la campaña vitivinícola de 2015 destacando que ha estado marcada por la falta de lluvias y, especialmente, por las elevadas temperaturas, mantenidas a lo largo de junio y julio. Cabe destacar, no obstante, que las lluvias del mes de agosto aliviaron la sequía y reactivaron la maduración de la uva. Eso posibilitó la obtención de una producción de calidad.

El total de uva vendimiada por las bodegas ha sido de 1.977.106 kilos. De los cuales un 75% corresponde a variedades tintas, y un 25% a variedades blancas. Las uvas mayoritarias son las de las variedades autóctonas: Mantonego y Moll.

El peso de estas variedades autóctonas ha aumentado respecto al año 2014. La variedad Mantonegro que, en 2014, suponía un 36% del total de variedades tintas, en 2015 ha supuesto un 42%. La misma tendencia ha presentado la variedad blanca moll, que ha pasado del 54% al 57%, respecto al total de variedades blancas.

En los últimos años, se está observando un cambio de tendencia en las nuevas plantaciones de viñas; si bien hace unos años casi todas las nuevas plantaciones correspondían a variedades foráneas, la tendencia de los últimos años es a favor de las variedades locales.

Más uva

Las bodegas han entrado entre un 10 y un 15% más de uva que en la campaña anterior. Este aumento se ha traducido en un aumento medio de la producción para la bodega del 11%.

Han elaborado 1.273.030 litros de vino con DO bisbisarle, de los cuales un 25% corresponden a vino blanco, un 16% a vino rosado y un 58% en vino tinto. Proporciones similares a las de los últimos años.

La Denominación de Origen bisbisarle, que acaba de cumplir 25 años, es una marca de calidad consolidada, que sigue creciendo en calidad, merced a los esfuerzos de los viticultores y bodegueros de la comarca.