El colegio público Llevant es el paradigma de la mala distribución de los alumnos inmigrantes entre las escuelas de la ciudad. En el citado centro educativo se producen situaciones extraordinarias que contribuyen a calificar de gueto a este colegio ubicado junto a la antigua carretera Palma-Alcúdia a su paso por Inca.

Y es que de los 235 alumnos que están matriculados en el CEIP Llevant, "entre 150 y 160" son de procedencia magrebí, lo que supone un 78% del total del alumnado. "En todo el centro solo hay dos alumnas que hablan catalán como lengua materna", explicó ayer su directora, Margalida Rosselló. Además, en algunas clases, el 90% de los alumnos son marroquíes que "aún no hablan ninguna de las dos lenguas oficiales".

La directora del colegio Llevant aplaudió la firma del documento junto al resto de la comunidad educativa local porque de esta forma "estaremos en igualdad de condiciones con los otros colegios de la ciudad". Sin embargo, es posible que los resultados no empiecen a verse hasta dentro de diez años, ya que el nuevo proceso de escolarización empezará a aplicarse en los primeros cursos de Educación Infantil.

No obstante, Rosselló expresó su temor de que, una vez escolarizados, los alumnos quieran cambiar de centro con el curso ya empezado, con lo que se daría un paso atrás en el nuevo proceso de distribución equitativa de los alumnos en función de su procedencia. El documento resuelve esta situación con la voluntad de la Conselleria de evitar, "siempre que sea posible", los cambios de centro a lo largo del curso escolar.

El objetivo del ayuntamiento de Inca es que antes del próximo 15 de febrero todos los niños que se escolarizarán el próximo curso estén ya diagnosticados.