El Ayuntamiento de Inca pretende trasladar el mercado de fruta y verdura del Dijous a su lugar tradicional: los alrededores de sa Plaça Tapada. No obstante, y a pesar de que en un principio se había fijado el mes de enero para el traslado, la decisión ha quedado aplazada a la espera de una reunión con los afectados.
Maria José Fernández, concejal de Mercados, explica que "la idea es concentrar en los alrededores del mercado de abastos la venta de los payeses porque así está todo unificado y, además, es el lugar tradicional". Sin embargo, la edil reconoce que "hay oposición de los vendedores y queremos escuchar sus razones antes de tomar una decisión".
La práctica totalidad de vendedores rechaza el traslado. Argumentan el difícil acceso de la zona que debería producirse por la calle Sant Francesc o por la calle Pau. Indican que los viales son estrechos y que el montaje debería comenzar sobre las cuatro de la madrugada para terminar a tiempo.
Por otra parte, esgrimen la dificultad de colocar los puestos sin obstaculizar los escaparates de los comercios. Muchos de los puestos deberían reducir sus dimensiones ya que la parada máxima tendría entre seis y ocho metros como máximo.
Muy pocos vendedores están a favor del traslado. Pep Martorell indica al respecto que "es una gran idea porque es el lugar donde hemos estado siempre. Están equivocados los que no quieren ir allí. Estaremos más céntricos y los extranjeros nos encontrarán mejor. Lo que pasó al trasladarnos aquí es que Pere Rotger nos vendió la moto porque le interesaba más que allí estuviera el supermercado sin competencia".
El mercado de fruta y verdura se trasladó hace años a la plaza de es Bestiar. Fue cuando se iniciaron las obras del nuevo mercado de abastos. Posteriormente se volvió a trasladar a la plaza de Orient, lugar donde se celebra actualmente cada jueves.
Los vendedores sostienen que la situación es ahora delicada para intentar hacer pruebas con la ubicación.
