El ayuntamiento de Artà ya tiene aprobadas las cuentas anuales para 2016: 9.740.000 euros, cuyos ingresos procederán, principalmente, de los impuestos de bienes inmuebles, unos 3,9 millones, ya que está previsto que la Agencia Catastral tenga listo en marzo el catastro que incorporará las nuevas unidades y la actualización de los valores, aunque estos ingresos no repercutirán en las arcas municipales hasta 2017.

Según ha explicado el alcalde, Tolo Gili (El Pi), se ha trabajado principalmente en la normalización del personal municipal, con una clara apuesta por la dotación y regularización de plazas. En total se dotarán seis, una de técnico medioambiental, una de asesor jurídico, una de técnico de deportes, una de ingeniero municipal, una de subinspector de policía y otra a finales de septiembre, de graduado social.

Todo ello no supondrá un incremento, ya que se reconvierten plazas existentes o contratas externas y plazas vacantes. El presupuesto contará con una partida para la Fundació Teatre d'Artà, aunque el consistorio tiene previsto su disolución para 2016 para que el personal pase a depender directamente del Ayuntamiento.

Entre la inversiones previstas destacan también los 150.000 euros para la mejora de caminos rurales, una partida para instalaciones deportivas u otra de 60.000 euros para la dotación de un local para la Policía Local.

La discordia llegó cuando UIA, en la oposición, y tras manifestar que eran unos presupuestos con ingresos ajustables a la realidad y agradecer que el equipo de gobierno concediera una semana más para que su partido los pudiera examinar detenidamente, realizó una batería de preguntas y aclaraciones a las que el alcalde Gili, pidió contestar por escrito, ya que después de concederles más tiempo y no haber solicitado ninguna aclaración en la comisión informativa, el pleno no era el lugar mas idóneo para contestar a todas ellas. UIA y PP se abstuvieron.