El emisario submarino de aguas residuales del Port de Sóller provocó ayer la aparición de una gran mancha en la bocana de la bahía, consecuencia de un vertido fecal en el mar. La mancha, de color gris, pronto ocupó una gran extensión de la superficie marítima, lo que desató la preocupación de vecinos del Port, que vienen denunciando precisamente la reiteración de vertidos en los exteriores de la bahía.

El hecho se registró a media mañana cuando unos excursionistas detectaron, en la zona del faro del Cap Gros de Muleta, la aparición de una gran mancha grisácea en el mar. Rápidamente dieron parte y lo pusieron en conocimiento de las autoridades, según confirmaron ayer tarde desde el ayuntamiento de Sóller. El concejal de Infraestructuras, Andreu Castañer, no pudo precisar el origen del vertido ni las causas que lo propiciaron, algo que esperan que se pueda aclarar en las próximas horas. Eso sí, el edil señaló que el 112 puso en marcha un protocolo de actuación por contaminación en el mar.

El vertido tenía su punto de origen en el agua, puesto que la gran mancha de agua sucia provenía del lugar de mayor intensidad grisácea. Ese es el punto, en el lecho marino, donde desemboca el emisario submarino de aguas depuradas, por lo que la primera hipótesis que se barajaba ayer era que el vertido podría tener su origen en la estación depuradora Son Puça que trata las aguas fecales de Sóller, el Port y Fornalutx.

Vecinos del Port expresaron su descontento en tanto que señalaron que varias veces al año se reproduce este tipo de fenómeno contaminante. En esta ocasión, no obstante, las corrientes marinas arrastraron la gran mancha hacia mar abierto, por lo que las playas de Sóller quedaron a resguardo del foco contaminante.

El funcionamiento de la depuradora de Sóller ha generado estas semanas otro foco de críticas. Los vecinos de Son Puça y l'Horta se quejan de las emanaciones de malos olores que desprende la instalación cuando procesa los residuos que generan las almazaras. La depuradora de Sóller incorporó sistemas para tratar la molienda que le llega canalizada a través de una red de tuberías procedente de las dos almazaras que hay en activo en Sóller. El tratamiento defectuoso de residuos oleicos produce un hedor que, además de las quejas, obliga a los vecinos a mantener puertas y ventanas cerradas.

Reforma de la depuradora

Hace unos años, siendo Jaume Font conseller de Medio Ambiente, la depuradora de Sóller fue modernizada y ampliada para dar un servicio eficiente a más de 20.000 habitantes, considerando también la población flotante del Port. Una remodelación que incluyó la habilitación de un sistema terciario de filtración.

Por otra parte, la agrupación local de Podemos en el municipio pidió ayer explicaciones municipales sobre lo sucedido, por lo que registró un escrito reclamando que se aclare el porqué de unos vertidos, ya demasiado frecuentes y muy preocupantes.