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Entrevista

Ismael Yrigoy: "Por lógica, el contrabando tuvo que invertir en hoteles en el primer 'boom"

Ismael Yrigoy, el autor de la tesis doctoral defendida ante un tribunal de la UIB. I. Moure

-Platja de Palma y Magaluf son dos destinos turísticos que parecen 'almas gemelas'. Han seguido una evolución turística parecida. Parecen compartir el mismo pasado. ¿Compartirán el mismo futuro?

-Platja de Palma y Magaluf son espacios turísticos de sol y playa. A buen seguro que en el futuro próximo habrá turistas, con el reclamo de siempre: vacaciones con buen clima cerca del mar. Dicho esto, los caminos de Platja de Palma y Magaluf serán en buena medida divergentes. Mientras en Magaluf hay una importante inversión en renovación de la planta hotelera, esto no está pasando en la misma medida en Platja de Palma.

-¿Por qué?

-Mientras en Platja de Palma abundan los pequeños hoteleros, en Magaluf gran cantidad de las camas turísticas están controladas por una sola gran empresa, que es Meliá. Y Meliá en los últimos años se está aliando con corporaciones financieras con el objetivo de impulsar una política de renovación y rotación de activos y aliviar una deuda económica que viene arrastrando desde el inicio de la crisis.

-¿Cuándo se comenzaron a vender las grandes posesiones agrícolas que fueron la base del posterior desarrollo turístico?

-A finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Los mayores de 50 años recuerdan perfectamente Magaluf y Platja de Palma como inmensos arenales vírgenes, parecido a lo que hoy en día es la playa de es Trenc, por ejemplo. Estas playas eran zonas con poco rendimiento económico. Eran arenales y zonas húmedas inundables. En Platja de Palma, a finales del XIX, surgiría s'Arenal de Llucmajor, como un espacio vacacional para la clase media de Llucmajor. Posteriormente, entre 1915 y 1930 en Platja de Palma habría numerosos empresarios palmesanos que comprarían parcelas relativamente grandes con el objetivo explícito de llevar a cabo un desarrollo urbano de la zona.

-¿Y en Magaluf?

-En Magaluf la historia es parecida, aunque hubo un cierto retraso respecto a Platja de Palma. La segregación de las grandes propiedades en la zona de Magaluf y Palmanova se produjo a partir de 1926, y se impulsó un proyecto de urbanización ciertamente innovador para la época en la zona de Palmanova. Prácticamente en los treinta, estas grandes posesiones agrícolas estaban vendidas, aunque en el caso de Magaluf aún quedaban restos de estas posesiones sin vender a principios de los años cincuenta.

-¿A quiénes pertenecían estas posesiones?

-Estas posesiones, antes de ser vendidas a finales del XIX y principios del XX, pertenecían a las grandes familias nobiliarias y terratenientes de la época. En la zona de Magaluf, la familia propietaria (y que también lo era de gran parte del municipio de Calviá) eran los Truyols. Y, por cierto, el que fue alcalde de Calvià y conseller de turismo del Govern, Carlos Delgado Truyols, es descendiente por línea materna de esta familia. En Platja de Palma, familias como las Salvà, Rotén o Truyols figuraban entre los grandes propietarios.

-¿Quiénes se las compraron?

-Los compradores fueron muchos y muy diversos. Tenga en cuenta que a lo mejor un gran predio se vendía en veinte o más parcelas. En líneas generales, los compradores fueron empresarios de las burguesías comercial, industrial y agrícola de la isla y muchos indianos, empresarios enriquecidos en las Américas.

-¿Hay alguna manera de calcular los beneficios que se generaron en esas operaciones?

-Hay registros contables sobre el montante de las transacciones de estas operaciones. Pero los beneficios se realizaron con el tiempo y esto es más difícil de calcular. Para la nobleza terrateniente, vender los terrenos fue una forma de aliviar su situación de bancarrota. Los compradores de terrenos hacían una inversión, viendo las rentas potenciales que se podían extraer en estas zonas. Seguramente, supuso un coste inicial importante, pero con el tiempo obtuvieron ingentes plusvalías.

-¿De dónde procedía el capital que se utilizó en esas operaciones de compraventa? Usted habla de capitales locales procedentes de la agricultura, el comercio, la industria... Y también el contrabando.

-Tanto antes como después de la guerra, había múltiples procedencias sectoriales de los capitales inversores. Como se sabe, en la posguerra el contrabando fue un sector económico sumamente importante, y de hecho hay fuertes indicios de que la inversión de antiguos contrabandistas en desarrollos turísticos fue mucho más importante de lo que habitualmente se dice. Casi por lógica, el contrabando tuvo que ser una fuente importante de inversión en hoteles en el primer boom turístico (años cincuenta y sesenta), puesto que las dinámicas de acumulación de capital en el periodo inmediatamente anterior (años cuarenta) giraba en torno al contrabando, y era en el contrabando donde se generaba mayor riqueza, y por tanto de donde procedía la mayor capacidad de poseer la liquidez necesaria para invertir en turismo."En Magaluf, la familia propietaria eran los Truyols, de la cual es descendiente Delgado"

-Dígame nombres.

-A pesar de los numerosos indicios y rumores, los únicos casos que conozco con certeza, y por tanto de los que se puede hablar sin 'pillarse los dedos', son los casos que han explicado antiguos contrabandistas en público o que se han expuesto en fuentes secundarias diversas. Como los contrabandistas de malnom Castellitxo o Fontanet, que colaboraron con promotores o invirtieron directamente en la construcción de hoteles.

-Los políticos de aquel entonces facilitaron las cosas para ese crecimiento desenfrenado. ¿De qué manera lo hicieron?

-Lo que hicieron los políticos fue crear un marco normativo y un planeamiento territorial que facilitaba al máximo el crecimiento. La administración dio créditos muy ventajosos para fomentar la construcción de hoteles. Y, a nivel municipal, los planes municipales de la época proyectaban unos crecimientos urbanísticos en la costa tan increíblemente desarrollistas que ni siquiera hoy en día, casi 50 años después de una expansión continua de la urbanización turística, se han llegado a construir."Los planes municipales de aquella época eran increíblemente desarrollistas"

-En los últimos 40 años, las estrategias de obtención de beneficios en estas dos zonas no han experimentado muchas variaciones. ¿Es un modelo agotado?

-Esta es la pregunta del millón. Al mismo tiempo que las hoteleras grandes han desinvertido en Platja de Palma y Magaluf para invertir en otras zonas litorales y urbanas, han aparecido nuevas modalidades de turismo que tienen mucho mayor potencial que el de sol y playa (por ejemplo, turismo residencial o turismo rural). Pero a pesar de todo, se estima que el 40% de los impuestos que el Ayuntamiento de Palma recauda vienen de Platja de Palma, y los números de turistas baten récords en los últimos años. Yo creo que, aun siendo un modelo agotado, sigue resistiendo por factores geopolíticos: siempre hay demanda de este tipo de turismo y cada vez hay menos espacios que sean percibidos como seguros para poder llevar a cabo el sol y playa.

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