Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Artà

El casal de Can Sureda, historia local a la venta

El inmueble señorial más antiguo de Artà, edificado durante el siglo XVI, sale al mercado por 1,1 millones de euros

Hay plan alternativo. El ayuntamiento de Artà no quiere dejar escapar los 1,1 millones de euros de inversión pública prometidos en 2010 por el Gobierno central para la reforma de Bellpuig. Para reclamar que la inversión, al menos, no se vaya de la zona, se ha pensado en el histórico casal de Can Sureda. Se trata de la casa señorial más antigua del municipio, situada en la calle Rafel Blanes y que adquirió en 1533 Joan Sureda, señor de Binimira, octavo descendiente del caballero Joan Descolombrers, que acompañó a Jaume I en la Conquista de Mallorca. Siempre desde entonces la casa ha sido propiedad de los descendientes de los nobles Sureda.

Pese a los siglos, las estancias se encuentran en un estado excelente de conservación y sus 700 metros cuadrados la convierten en un recuerdo de la historia viva del municipio. Las reformas y ampliaciones realizadas a lo largo de los años, siempre manteniendo la estructura original, dejan plasmado en sus muros la evolución de la sociedad artanenca desde el siglo XVI a la actualidad.

Es en 1705 cuando los hermanos Sureda inician la primera gran reforma y el casal es elegido por el Virrey de Mallorca como residencia oficial en su visita a la zona en 1715. También dispone de una habitación especial: la que tenían derecho a usar los ermitaños cuando bajaban a la villa.

La edificación señorial cuenta con todos los servicios y comodidades de la clase alta de la época. Una gran entrada con enormes arcos de piedra de Binissalem sobre un suelo de piedra que facilitaba el acceso a las caballerizas, situadas en la parte inferior junto al patio. Su amplia cocina recogida bajo el típico pinta donde no falta recuerdo alguno de la evolución de estas dependencias, desde los primitivos utensilios hasta las modernas cocinas económicas de hierro calentado por la leña, que recuerdan las frías veladas de invierno con los trabajadores recogidos junto al fuego.

Una enorme escalera de grandes escalones de piedra conduce a las dependencias superiores, donde encontramos grandes y diferentes salones para diferentes usos, uno de ellos de estilo veneciano y varias alcobas con antesalas. En uno de los muros se encuentra adosada una capilla familiar que sirve de oratorio.

En las dependencias superiores es donde se guardaba la recolecta de frutos y cereales, con un espectacular acceso a través de una escalera de caracol. Los materiales empleados, tanto en su mobiliario como en su rica decoración y su buen estado de conservación, hacen del Casal de Can Sureda un gran tesoro patrimonial de la villa de Artà.

Interés italiano

Actualmente la casa está la venta por algo más de un millón de euros. Un matrimonio de italianos residentes en Inglaterra está al acecho. En declaraciones a Diario de Mallorca, el alcalde artanenc, Tolo Gili (El Pi) reconoce que las arcas municipales no pueden hacer frente al coste de su compra, por lo que el consistorio habría mantenido contactos con la sección de Patrimonio del Consell para que la edificación acabe siendo propiedad pública. "No puede ser que Artà se vea abocado a renunciar a los 1,1 millones de euros de Bellpuig y también a la adquisición del Can Sureda", recordaba Gili. Desde el consistorio se insistirá para que estas dos joyas patrimoniales pasen a ser propiedad de todos.

Estos días, con el tema en boca de muchos, los más osados abogan por realizar una recaudación popular para ayudar a su adquisición. Lo cierto es que si en breve no se encuentra una solución, la casa pasará a manos extranjeras, aunque según recuerda el alcalde, la voluntad de los propietarios pasa por que se la quede una institución pública.

Está previsto que la corporación recuerde al vicepresidente del Consell y conseller de Cultura y Patrimonio, Francesc Miralles, en su próxima visita al municipio prevista para el próximo día 9 de diciembre, que no está dispuesta a perder el 1.100.000 euros de inversiones de Bellpuig y, para que, en caso contrario se active la adquisición de Can Sureda. Y es que como regía el espíritu de la moción presentada el pasado martes al pleno de la corporación, por Alternativa Artà, el pueblo no está dispuesto a renunciar a esta inversión, y más cuando se habla de que el dinero inicialmente concedido podría destinarse a la compra del Sindicat de Felanitx o a Llucmajor.

Compartir el artículo

stats