Inca se iluminó de velas el martes en el gesto de Manos Unidas "24 horas que mueven el mundo. Enciende la Llama por la Paz", que organizó esta ONG con la colaboración de la Unidad Pastoral de la Mare de Déu y el ayuntamiento de Inca.

Decenas de personas salieron en procesión silenciosa desde las cinco iglesias que hay en la ciudad trayendo una vela encendida de cinco colores diferentes, uno por cada continente. Después de recorrer las principales calles del centro todos los participantes se encontraron en la plaza del ayuntamiento, que quedó completamente llena de gente.

Allí se leyó un manifiesto reclamando la paz en el mundo y a continuación se hizo lectura de un fragmento del Evangelio "para invitar a los cristianos a ser la luz del mundo" y recordar a la humanidad que "la verdadera paz sólo es posible cuando todos se sentimos hijos de Dios", según el texto leído.