El ayuntamiento de Artà tiene un plan alternativo por si el Govern no puede salvar los 1,1 millones prometidos de los fondos del estado, firmados en 2010 y que debían ir a parar al monasterio de Bellpuig. Se trata de Can Sureda, un histórico casal situado en pleno centro del pueblo, junto a la casa consistorial y que actualmente está a la venta. El pleno aprobó anteanoche una moción de Alternativa per Artà, que insta al Govern a negociar con Madrid una prórroga con los términos previstos en el convenio de colaboración existente entre el Instituto de Turismo de España y la comunidad autónoma para la financiación de infraestructuras turísticas, y poder ejecutar así las obras de restauración y puesta en marcha del Monasterio de Bellpuig. De no ser posible y ante el temor que los fondos se desvíen o a la compra de Es Sindicat de Felanitx o al futuro centro Toni Catany de Llucmajor, Artà pone sobre la mesa el casal de 700 metros cuadrados.

Reprobación

En el pleno también se aprobó reprobar a la ex-presidenta del Consell, Maria Salom (PP) y al exvicepresidente y conseller de Cultura y Patrimonio Joan Roger, por no haber actuado a tiempo respecto a la ejecución del proyecto en virtud de dicho convenio, poniendo en peligro la llegada de fondos estatales en forma de inversiones en el municipio de Artà.

La moción fue aprobada, por El Pi, PSOE, Alternativa Artà y PP, mientras que Unió Independents d'Artà (UIA) se abstuvo al considerar que era una moción muy compleja para tenerla que tramitar por urgencia. Según explicó la portavoz de Alternativa Artà, Aina Comes, la premura viene dada por la reunión que mantendrán hoy la presidenta del Govern con el ministro de Hacienda en Madrid, y para tener la pronunciación del Consistorio antes de que se produzca.