Los comercios turísticos de las zonas de Calvià deben de ver con envidia una iniciativa pionera que se ha puesto en marcha recientemente en el entorno del Port de Barcelona. Han colocado carteles avisando de que la sanción por comprar productos falsificados es de 50 euros. Con esta medida, Autoridad Portuaria quiere disuadir a los posibles compradores de que comprar una baratija les puede salir en verdad muy caro. En los núcleos turísticos calvianers, la proliferación de la venta ambulante es una de las quejas recurrentes verano tras verano, al igual que la prostitución callejera. Precisamente, las nuevas ordenanzas que entraron en vigor este año en Calvià también preveían multas para los clientes de las prostitutas, sin que hasta la fecha haya trascendido ninguna sanción en este sentido.
El alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal (PSOE), pasó esta semana por los micrófonos de Onda Cero para repasar la actualidad del municipio. En un momento de la retransmisión, al volver de un corte publicitario, la presentadora Elka Dimitrova recordó a los oyentes que estaba con el alcalde Alfonso Rodríguez, apostillando a continuación su segundo apellido: "Badal, porque hay otro Alfonso Rodríguez [Sánchez] en Calvià", en alusión al regidor de Esquerra Oberta.
Algunos afiliados del PP de Calvià se preguntan cuándo se oficializará el nuevo mando de la junta local. Teóricamente, el presidente sigue siendo el ex alcalde Manu Onieva y la secretaria, Idoia Ribas, ninguno de los cuales mantiene una presencia activa en el partido. José Manuel Ruiz ejerce a día de hoy de presidente de facto en estas juntas, secundado siempre por Rakel Sánchez. No parece que esa oficialización se produzca en breve. El partido tiene por delante unas elecciones generales y no moverá ficha en las juntas locales hasta que resuelva los jeroglíficos que tiene en las direcciones autonómica e insular.
