Decenas de operarios y funcionarios municipales se apresuraban ayer para rematar los últimos preparativos para que hoy se inaugure la feria de las ferias de Mallorca, el Dijous Bo. De Mallorca n'és un dia/ Inca la capital: / ciutadans no ho prengueu a mal/ que tan sols és per un dia, reza colgada la popular glosa en centenares de banderolas colocadas en toda la ciudad.
La capital del Raiguer se prepara para acoger a unas 200.000 personas a lo largo de la jornada de hoy y de la de mañana. Ocho kilómetros de exposición ofrecerán al visitante todo aquello que ansía ver.
Para que puedan instalarse a lo largo de esta mañana, ayer los operarios municipales retiraban bancos y papeleras y todo el mobiliario urbano que pudiera representar un obstáculo. Mientras tanto, funcionarios del Ayuntamiento marcaban los últimos lugares donde ubicar carromatos de comida o puestos de artesanos.
Si por algo es conocida Inca es por sus cellers, que ayer, a modo de símil automovilístico, estaban calentando fogones. Los establecimientos de comida tienen reservadas todas su meses para esta noche e incluso algunos cellers harán dos turnos como explica Antonio Gutiérrez, de Sa Travessa.
Para la jornada de mañana se espera tanta afluencia de clientes que los restaurantes se niegan a reservar mesas.