La Audiencia de Palma dejó ayer visto para sentencia el juicio contra el promotor que entró en quiebra, sin terminar una promoción de 189 chalés en la zona de Cala Romántica, en el término municipal de Manacor.

El tribunal escuchó ayer el testimonio de varias personas que intervinieron en esta promoción. Un ejecutivo de la caja de ahorros que financió esta operación inmobiliaria confirmó que la entidad decidió suspender la línea de crédito al detectar graves irregularidades en la gestión del acusado José Miguel G.C. Este arquitecto de profesión, que actuó como promotor en esta obra, está acusado de un delito de insolvencia punible. La fiscalía le reclama una condena de cinco años de prisión.

El fiscal sostiene que el acusado fue el responsable de que la sociedad que obtuvo el crédito bancario perdiera todos sus activos económicos, debido a que se dedicó a traspasar el dinero a otras empresas de su grupo. La promoción tuvo que suspenderse cuando la mayoría de viviendas estaban a punto de terminarse, debido a que el constructor perdió la capacidad económica, como consecuencia de que la caja de ahorros se negó a prestar más dinero al acusado. El directivo confirmó que la financiera ya no se fiaba del acusado.