La tan cacareada estacionalidad deja en los núcleos turísticos de Calvià escenarios fantasmales de hoteles y comercios cerrados, y calles tan vacías que acrecientan la sensación de hallarse solo en este frío mundo, como Will Smith en la película 'Soy leyenda'. El cierre de temporada deja también, sin embargo, otro tipo de moradores en la vía pública. Muebles, colchones, armarios. Trastos, en definitiva. Una muestra de incivismo, acrecentada por el fenómeno de fin de temporada y saldo en el que se sumergen los negocios que cierran y las personas que abandonan el municipio para volverse a sus lugares de origen tras hacer el verano. La empresa Calvià 2000 ha constatado que, en estas fechas, aumentan esas actitudes incívicas. Y, por eso, ha impulsado un refuerzo especial para la recogida de trastos. La compañía tiene el compromiso de recogerlos en un máximo de 48 horas cuando recibe un aviso.
¿Existe un ´Club Bilderberg´?
Con una periodicidad más o menos regular, un grupo de personalidades del municipio de Calvià -incluyendo hoteleros, abogados y políticos- se reúnen para comer y charlar sobre la actualidad municipal. Un regidor actual que ha asistido a alguna de estas comidas bromeaba ayer sobre la posibilidad de que alguien pudiese interpretar estos encuentros como un Club Bilderberg a escala local, ya se sabe, esa reunión de personas influyentes a nivel mundial que los más conspiranoicos ven como un gobierno en la sombra.
Tiempo de calculadoras
Los departamentos municipales se afanan en estos días en preparar sus cuentas para 2016. El debate de presupuestos, a la vuelta de la esquina.
