La nueva ordenaza municipal reguladora del cierre de solares aprobada por el ayuntamiento de Consell que entró ayer en vigor tras su publicación en el boletín oficial establece duras sanciones económicas para los propietarios de solares en malas condiciones que incumplan determinados apartados de la normativa.

Las multas oscilan entre los 500 euros de una infracción leve a los 3.000 euros cuando el incumplimiento se considera muy grave. Este último caso afecta a los reincidentes con dos infracciones graves o tres leves o a quienes vulneren las medidas cautelares adoptadas por el Ayuntamiento para evitar daños o perjuicios graves al medio ambiente o a la salud de las personas.

La nueva ordenanza municipal tiene el objetivo de regular los solares existentes en el casco urbano, así como definir el deber legal del uso y conservación de los mismos por parte de sus propietarios, que están obligados a mantener las fincas en buenas condiciones de seguridad y salubridad. Otra finalidad es la de reducir en lo posible el riesgo de incendios. La normativa fija las condiciones para realizar un cierre adecuado de los solares, así como el buen estado de conservación de las aceras ubicadas frente a estos terrenos, la limpieza de los solares y el bienestar de los animales que puedan vivir en su interior.

Prohibido lanzar basuras

La normativa prohíbe el vertido de residuos en cualquier solar, sea público o privado, y obliga a los propietarios a mantenerlos en buen estado. También insta a mantener los terrenos libres de vegetación espontánea y otros materiales potencialmente peligrosos por riesgo de incendio. La ordenanza también regula la limpieza de los jardines y plantaciones privadas situadas en el casco urbano del municipio.

Asimismo, otro de los puntos importantes de la ordenanza se refiere a la obligación de cerrar los solares y terrenos por razones de seguridad y fija las condiciones de las obras que deben llevarse a cabo para ejecutar el cierre por motivos estéticos y urbanísticos.