Las murallas de Alcúdia son objeto de una obras de consolidación ante el problema de posibles derrumbes parciales. En uno de los pórticos de entrada se colocaron testigos hace unos años para averiguar si se estaban moviendo ante la presencia de grietas en la construcción. Estos testigos -que son unos puntos de material blando colocados sobre grietas para observar si se resquebrajan- han revelado que existe un desplazamiento y que las grietas se van agrandando progresivamente, aunque fuentes técnicas indican que no revelan un peligro inminente.

Sin embargo, el Ayuntamiento de la ciudad tramitó una autorización urgente ante el Consell de Mallorca para llevar a cabo obras de consolidación que impidan la degradación. Tras el informe favorable pertinente, que llegó al consistorio hace unas semanas, se adjudicaron a la empresa especializada Sincronización Técnica SL (Sintec), que ha empezado los preparativos para llevarlas a cabo.

La parte afectada por los movimientos es el conocido como hornabeque de sa Quintana, según explica el alcalde, Antoni Mir.

Riesgos

El alcalde de Alcúdia explica además que "era preciso intervenir puesto que no se puede correr el riesgo de perder un monumento como éste. No es que pensemos que pueda caer de un día para otro, pero es preciso actuar para no tener que luego lamentar". El responsable municipal indica que "en algunos puntos se observó cómo se habían desprendido algunas piedras y antes de que la cosa fuera a más se decidió actuar".

El presupuesto de las obras de consolidación asciende a 50.000 euros que serán sufragados íntegramente por las arcas municipales.

Las obras deberán llevarse a cabo con rapidez pues deben estar finalizadas antes de que acabe el año. Existe un amplio proyecto que está siendo redactado en la actualidad para extender la zona visitable de las murallas y ampliarla hasta la puerta de Mallorca. No obstante, las obras emprendidas recientemente son sólo una primera fase ante la necesidad de asegurar la construcción.

Además de estas obras también se han iniciado otras de reparación próximas al bastión de Santa Maria. Según el alcalde, "caían piedras al interior del recinto del colegio Porta del Moll y es preciso fijar bien la muralla para evitar el peligro". Estas otras obras suponen una inversión de 38.000 euros.

Este lugar fue ya objeto de otra intervención en 2011 ante un derrumbe parcial. El bastión de Santa Maria es una pieza añadida en el siglo XVIII a una antigua torre del siglo XV. Ambas piezas de la muralla están juntas pero no ancladas la una a la otra.

En ese año las lluvias provocaron que el relleno del bastión, de tierra roja, se expandiera reventando la mampostería y se viniera abajo.

Por otra parte las murallas de Alcúdia se han visto sometidas a lo largo de los años a continuas agresiones pues los mismos vecinos tomaban piedras de ellas para construir.