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Miquel Cifre

Miquel Cifre: "Recaudar la nueva ecotasa nos costará tiempo, dinero y obligaciones"

Miquel Cifre, representante de las villas turísticas. j. frau

-¿Es Pollença el municipio con más viviendas unifamiliares que se alquilan a los turistas?

-La verdad es que Pollença fue el origen hace unos 30 años de este modelo de negocio turístico. Pero no es una práctica exclusiva nuestra sino que está extendida en todo el mundo. Los mismos touroperadores que trabajan con nosotros tienen otros destinos como Grecia, Orlando...etcétera.

-¿Cuándo empezó a popularizarse este modelo turístico de alquiler de viviendas?

-Todo esto empezó de forma muy curiosa. Cuando los hoteles estaban llenos se alquilaban las casas más cercanas. Los clientes dormían en estas casas e iban a almorzar al hotel. Esto gustó y a partir de este momento empezó a profesionalizarse. En los años siguientes los clientes ya pedían la casa porque les había gustado. Este es el origen de esta industria.

-Es un tipo de turismo muy específico.

-Es un turismo diferenciado del resto. Son familias que quieren una casa. La ventaja para nosotros es que económicamente este tipo de turismo tiene una gran repercusión, muy repartida. Es evidente que las tiendas, los supermercados, los negocios de alquiler de coches, oferta complementaria o restaurantes se benefician. Es como si tuvieses una casa en un país extranjero que no puedes o no te interesa comprar y por ello la alquilas dos semanas y vives con tu familia como si fuera tu hogar.

-¿Qué volumen de negocio tienen sus asociados?

-Depende mucho porque hay gente que tiene contratos con garantía, otros formalizan contratos con ocupación...pero se generan millones de euros. Es un negocio importante de forma directa con el alquiler y también de forma indirecta, ya que hay una industria paralela de jardineros, gente que hace piscinas, empresas de limpieza, instaladores, carpinteros...para Pollença es una gran industria. Tenemos que recordar que Pollença no tiene una gran planta hotelera a diferencia de otros municipios de la isla. Es una fuente de ingresos importante para el pueblo, diría que incluso superior a la hotelera.

-Ustedes representan solo a la oferta reglada, pero hay un alto porcentaje de viviendas que se alquilan de forma irregular. ¿Qué incidencia tienen en el conjunto de esta actividad?

-Sabemos que de cada vez hay más oferta no reglada. Es una realidad social. Nosotros pedimos que la ley debe ser igual para todos. Todos deben cumplir con sus obligaciones fiscales independientemente del canal de comercialización que se utilice. Deben respetarse unos mínimos porque no podemos desperdiciar la imagen turística de Mallorca. No se puede alquilar cualquier cosa y de cualquier manera, debe haber una normativa y un control. Es evidente que los impuestos son necesarios para el mantenimiento de las estructuras y de la comunidad y todos debemos colaborar.

-¿La oferta turística que usted representa está suficientemente regulada?

-Sí, se pueden hacer mejoras sobre cualquier texto normativo. La realidad va evolucionando y las leyes deben hacerlo en la misma medida. Tenemos un marco legal que está bastante bien y últimamente se está trabajando en la Conselleria para que la normativa sirva para aumentar la calidad. Además de tener un permiso para alquilar, el propietario debe cumplir unos criterios de calidad básicos. Actualmente, esto está previsto y si uno no cumple unos mínimos no puede alquilar.

-¿La oferta ilegal debería perseguirse todavía más?

-Más que perseguir, hay que dar una solución. Las autoridades tienen la competencia para hacerlo, no nosotros. Reclamamos que la ley sea igual para todos, porque sino se produce un escenario en el que unos pagan y cumplen la ley, mientras que otros no contribuyen y no son solidarios. Por ello, sus precios son mejores que los nuestros y nos hacen daño. La realidad social es la que es, la gente seguirá alquilando, pero queremos que todos combatan con las mismas armas."No se puede alquilar cualquier casa y de cualquier manera, debe haber un control"

-Se han manifestado en contra de la nueva ecotasa. ¿Por qué?

-No entramos en el debate político sobre su conveniencia, pero reclamamos que sea para todos y que se escuche a los diferentes sectores. No es lo mismo una casa con una media de ocupación de diez o doce días que un hotel con medias de ocupación de tres o cinco días. No puede gravarse igual, y la manera de recaudar tampoco es la misma. También pedimos algo que es de sentido común: si gravas una actividad con un impuesto nuevo hay que explicar muy bien a qué se destinará. A nadie le gusta pagar impuestos, pero si sabes a qué se destina el dinero te quedas más tranquilo. En otros países hay más cultura de este tipo de impuestos ecológicos y a la hora de pagar ya se informa a los clientes el destino concreto del dinero.

-¿Y ustedes deberán hacer un esfuerzo extra para explicar a sus clientes el destino de esta recaudación?

-Sí, lo que no nos gusta es que nos hagan responsables recaudadores de un impuesto que realmente ni nos va ni nos viene. Nos endosan un trabajo que nos costará tiempo, dinero y obligaciones. Seguimos pensando que el mejor canal para recaudar el dinero serían los puertos y el aeropuerto porque hay una incongruencia total, y es que la gente reglada pagará la ecotasa, pero el señor no residente que viene cada quince días quedará liberado, cuando hace un uso casi más intenso que nosotros mismos de las infaestructuras. Consideramos que es un agujero que tiene la ley.

-¿Han hablado con el Govern sobre estas preocupaciones?

-Sí, tenemos una comunicación muy fluida. Ellos toman nota de nuestras aportaciones."La anterior ecotasa fue un desastre; la recaudamos puerta a puerta, como un atraco a mano armada"

-¿Qué solución ha dado Turismo para que vuestros socios puedan recaudar el impuesto, ya que estas viviendas no tienen una recepción física?

-Hemos tenido dos reuniones y no descartamos volver a vernos. Ellos están en un proceso muy inicial sobre esta ley, que más adelante podrá desarrollarse a través de un reglamento. Tenemos un problema con la recaudación, es un tema muy difícil para nosotros. Habrá clientes que no querrán pagar, a otros no les vamos a encontrar... Es una clientela muy diseminada, y si están una semana a veces es difícil contactar con ellos.

-¿El nuevo impuesto les va a suponer la pérdida de clientes?

-Si se hace bien, no tiene por qué ser un problema. Hay que implantarla con la complicidad del sector porque es un proceso novedoso que deberá ir entrando antes de que sea asumida.

-Tienen la experiencia de la pasada ecotasa...

-Fue un desastre porque se hizo con la oposición frontal de todo el sector, sin diálogo ni consenso. Teníamos que ir puerta a puerta a recaudar el impuesto, como si fuese un atraco a mano armada. Hay que avisar a los turistas con antelación, no se les puede avasallar de esta forma. La gente tiene que saber que si viene a Mallorca debe pagar una cantidad que se destinará a determinados proyectos de sostenibilidad. Esto debe llegar al cliente antes que la carga impositiva. Es un tema de información, de vender muy bien un mensaje para reducir el impacto menos agradable.

-¿Han empezado a informar a sus clientes sobre el impuesto?

-No, porque de momento solo hay un borrador. No sabemos cómo se aplicará ni la cantidad que se recaudará. Todavía hay muchas incógnitas.

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