La Comissió de Medi Ambient de les Illes Balears (CMAIB), presidida por Antoni Alorda (Més), estrenó ayer pleno de carácter público, en aras a una apertura social y mayor transparencia. Entre los puntos del orden día sobresalía el relativo al proyectado parque solar fotovoltaico en la zona de la Marina-Cap Blanc de Llucmajor, cerca de Badies. El acuerdo alcanzado es el de instar a la promotora, Llucmajor Photovoltaic S. L., a reducir la superficie prevista, de 97,4 hectáreas. Si finalmente la empresa disminuye el tamaño, tampoco tiene garantizada la viabilidad de su controvertido plan.

El alcalde de Llucmajor, Jaume Tomàs (Més), consultado por este diario afirmó: "Estamos a favor de las energías renovables pero se trata de un proyecto sobredimensionado. No es el lugar más adecuado y un macroparque de estas características -potencia de 50 MW- alteraría gravemente la fisonomía de la Marina de Llucmajor".

Precisamente la Marina también se ve afectada por otro proyecto, en este caso muy cerca de su ejecución efectiva, que tendrá su evidente impacto: la instalación, por parte de Red Eléctrica de España, de un centenar de altas torres (40 metros) de alta tensión y construcción de subestación identificada como Cala Blava pero en realidad a levantar a escasa distancia del restaurante Cas Busso.

La CMAIB requiere a Llucmajor Photovoltaic S.L. que aporte más documentación técnica y respete tanto marges como possessions existentes. La fauna, paisaje y valores medioambientales son aspectos a tener muy en cuenta.

El caso de Manacor

El todavía equipo de gobierno de Manacor, formado por Més-Esquerra, PSOE y Volem, no ve con malos ojos la construcción de un parque fotovoltaico en la finca de Santa Cirga, aunque con matices. Los promotores del proyecto visitaron recientemente al alcalde Miquel Oliver para pedir un apoyo explícito del Ayuntamiento para poder seguir adelante con todas las administraciones a favor, si finalmente el Govern acaba dando luz verde al parque.

"A nosotros nos parece bien, siempre que se reduzca la superficie en un 20% respecto al proyecto original , como así nos lo han mostrado -de las 90 hectáreas iniciales a 70- y no se cree un impacto visual", señala Oliver, quien añade: "Estamos a favor de las energías renovables, aunque también es cierto que hubiéramos preferido un parque de menores dimensiones o de una política de microparques. En cualquier caso, si los técnicos del Consell y del Govern le dan su visto bueno, no vamos a poner ninguna objeción".