Padres, madres y alumnos del colegio público Joan Veny i Clar de Campos se concentraron ayer a las puertas del centro para protestar por el hacinamiento que sufren desde hace años y reivindicar la construcción urgente de la nueva escuela. Este curso 670 alumnos están matriculados en un colegio concebido para entre 400 y 450. Desde hace años varias aulas prefabricadas situadas en el patio dan fe de la masificación. Una gran pancarta de seis metros fue desplegada frente a la entrada pidiendo una escuela nueva y de calidad tras más de siete años de espera, desde 2008.

"Actualmente es la escuela más poblada de Balears y eso tiene sus consecuencias", explica el presidente de la Amipa, Antoni Nadal. "Para empezar, ya tenemos cinco aulas prefabricadas, una más que el curso pasado, donde dan clase los cuatro grupo de primero de primaria. Pensamos que este no es el mejor sitio para iniciar los estudios de una etapa educativa tan importante, porque ni es espacioso, ni acogedor, ni agradable, ni luminoso". La quinta se utiliza para dar clases de música.

Tampoco hay espacio para un aula en condiciones donde recibir sesiones de apoyo especial. Muchos espacios se han tenido que reconvertir en clases a causa de la masificación, lo que hace que en el Ceip Joan Veny i Clar no haya, por ejemplo, una sala de profesores, departamento de orientación o lugar para el equipo de coordinadores de ciclo. Por si fuera poco, en esta escuela pasa algo bastante sorprendente: hay alumnos matriculados en el Ceip Joan Veny i Clar y otros que lo están en el Ceip Nou de Campos. "Es decir, hay alumnos que empezaron educación infantil en una escuela que ni existe ni está empezada", explicaba la Apima en un manifiesto, leído al término de las clases.

Al son de la canción expresamente compuesta para la reivindicación, y con un calendario de actos "que durará hasta que consigamos que la conselleria de Educación construya el centro nuevo", una mujer zancuda vestida de rosa iba repartiendo pegatinas en favor de la movilización.

"Tener una segunda escuela pública y de calidad en Campos, querrá decir que este centro no estará masificado y se podrá garantizar además el derecho de los padres a llevar a sus hijos a una escuela pública", añadía Nadal.

Un centro con historia

La historia del colegio arranca en 1932, cuando el ayuntamiento de Campos decidió proyectar una escuela pública en tiempos de la Segunda República. Tras años de obras entró en funcionamiento en el curso 1935-36. Ochenta años después, problemas administrativos retrasan por el momento la cesión entre consellerías del Govern, para que, finalmente el ayuntamiento de Campos sea quien decepcione el solar y lo ceda a Educación.

La Amipa ya se ha reunido de hecho tanto con el responsable de Planificación de Centros del Govern, Antoni Morante y como con el alcalde de Campos, Sebastià Sagreras (PP), quien ha mostrado el apoyo consistorial a las acciones reivindicativas. "Queremos que tanto el Ayuntamiento como la consellería de Educación asuman el papel que les corresponde en toda esta cuestión, y que de forma urgente hagan las gestiones oportunas para que las obras se inicien inmediatamente", en los terrenos situados junto a la rotonda de entrada a Campos desde Felanitx.