La reciente santificación del petrer Miquel Josep Serra Ferrer, es decir Fra Juníper Serra, no para de generar alegrías y disgustos. Entre estos últimos, los ataques vandálicos contra su figura. Si a finales de septiembre se registró un ataque en la misión californiana de Carmel, donde está enterrado, anteayer se conoció otra gamberrada: la decapitación de la escultura del misionero franciscano llamado Apóstol y Civilizador en el parque Lower Presidio de Monterey (también en California). Diversos medios de comunicación se hicieron eco y coincidieron en advertir de la confusión generalizada que provocan estas acciones, calificadas el mes pasado en Carmel como "crimen de odio".

En la base del monumento decapitado, un texto ensalza la obra y trayectoria del que fuese en septiembre canonizado por el papa Francisco, en una solemne ceremonia en Washington.