Desde comienzos de este mes de octubre permanece cerrada al tránsito la bajada de Puig de Ros, conocida popularmente como la bajada de don Mateo (por su antigua relación con el hotel Delta). El motivo son los desprendimientos a causa de las lluvias caídas. Diario de Mallorca consultó ayer al alcalde de Llucmajor, Jaume Tomàs, quien apuntó que se está a la espera del pertinente informe técnico que certifique que ya no hay riesgos. Una vez se firme dicho informe se reabrirá el camino que actualmente conduce hasta el restaurante Mhares Sea Club.
La Policía Local vigila la zona pero no se ha podido evitar que durante los últimos diez días sean varios los vehículos que retiren por su cuenta las barreras y lleguen peligrosamente hasta abajo.
Jaume revela que de cara a agilizar los trámites, la propiedad del restaurante ha asumido los gastos de instalación de una malla metálica en una curva (tipo las colocadas en determinados sitios de la Serra de Tramuntana). No en vano, contactar con el titular de la finca ha resultado complicado.
Durante este tiempo de descenso asfaltado clausurado llama la atención el aparcamiento vacío, cuando en temporada turística la masificación de coches es tónica habitual. La postal de los acantilados impresiona a los visitantes.
