Las excavaciones que se han llevado a cabo durante unos días en el yacimiento de es Turassot, en Costitx, han puesto en valor los importantes restos de esta finca. Se trata de la primera vez en que se procede a excavar de forma científica en esta finca y el resultado es que va apareciendo un poblado anterior a la época talayótica con abundantes habitáculos navetiformes.
En el lugar han estado trabajando voluntarios, personal del Ayuntamiento y los tres responsables de la excavación: Francisca Cardona, Sebastià Munar y Beatriz Palomar. Han contado con una aportación económica del Ayuntamiento de Costitx de 3.000 euros así como con el apoyo de la brigada de Patrimonio del Consell de Mallorca.
La importancia del yacimiento requiere de posteriores campañas de excavación y consolidación para las cuales se tiene intención de solicitar ayudas al Consell. Se desarrollarán en los próximos cinco años.
La campaña actual se ha centrado en la eliminación de maleza que crecía sobre un grupo de tres habitáculos: tres navetas en forma de herradura. Los científicos han eliminado una gran cantidad de piedras que la actividad humana a lo largo de los siglos había amontonado sobre los restos, pues se aprovecharon probablemente como 'claper' o como corral para ganado.
Este yacimiento estaba documentado con anterioridad pero de una forma muy inicial. Existían unos dibujos de los años 60 de Guillem Roselló Bordoy y algunos croquis de Javier Aramburu. A principios de siglo fue excavado con criterios muy poco escrupulosos. Fueron momentos de fiebre de búsqueda de tesoros propiciada por los entonces recientemente descubiertos Caps de Bou.
En uno de los puntos del yacimiento se construyó un horno de cal. Esta actividad ha destruido parte de él pues los explotadores usaban las piedra caliza para obtener cal además de destruir los restos construyendo el horno
No obstante, el yacimiento se encuentra en un estado excepcional en opinión de los científicos. Estos lo califican como "único" pues, desde el punto de vista de fachada, conserva una altura respetable en algunos puntos: casi dos metros de pared.
Objetivo
Sólo se ha trabajado en un punto concreto calculándose la existencia de otros grupos de habitáculos repartidos por la finca, así como los corrales de ganado de dicho poblado. Posteriores campañas deberán contemplar la excavación. Beatriz Palomar explica que "lo que se espera hallar son los elementos cotidianos de la vida doméstica: cerámica y utensilios de casa de la época. Todo eso se encuentra enterrado ahora bajo el suelo".
