Carlos Simarro, el exalcalde de Sóller, vuelve a tener otro frente judicial abierto. Un juez ha aceptado a trámite una querella por un presunto delito de prevaricación que ha presentado un empresario de la localidad. Acusa al antiguo primer edil de haber tomado decisiones arbitrarias y contrarias a derecho, con el único objetivo de perjudicar sus intereses. Decisiones que estarían vinculadas a una antigua enemistad que Simarro mantiene con este denunciante, que además de promotor de esta obra, tiene un gabinete de asesoría laboral y fiscal en Sóller, donde precisamente el exalcalde era uno de sus clientes.
Esta querella está relacionada con la tramitación que ha tenido que realizar este empresario para lograr la autorización municipal para iniciar unas obras de rehabilitación. En este proyecto pretende transformar un antiguo y abandonado hostal y convertirlo en un hotel de cuatro estrellas. El establecimiento está situado en primera línea de mar en el Port de Sóller, junto al torrente, y además es el único edificio de la zona que está abandonado.
El promotor de esta obra es una empresa de cuatro personas, que solicitó en el año 2014 la autorización municipal para iniciar los trabajos de construcción. El denunciante asegura que el Ayuntamiento, en ese momento presidido por Simarro, a través de sus técnicos le han puesto toda clase de impedimentos para autorizar las obras. El empresario denuncia que el origen del conflicto que mantiene con Simarro es que, como asesor, se negó en el año 2007 a presentar unas denuncias por unas obras que estaba realizando un vecino del exalcalde. Como consecuencia de ello se rompió la relación laboral entre el político y su asesor. Los técnicos se han excusado diciendo que el suelo donde se sitúa el edificio no tiene uso hotelero. Sin embargo, el empresario considera que ello es absurdo, por cuanto no se trata de una construcción nueva, sino que se trata de la reforma de un establecimiento que antiguamente fue turístico.
En la querella no solo se incluye el nombre del primer edil, sino también de los otros tres técnicos que, a través de sus informes, han provocado el retraso en la concesión de las obras. No solo no se autorizaron, sino que el Ayuntamiento inició un expediente contra el promotor por una serie de infracciones urbanísticas.
El querellante cree que Simarro ha actuado de este modo, perjudicando sus intereses, por las presiones que está recibiendo de otro importante hotelero del Port, ya que la apertura de un nuevo establecimiento podría estar perjudicando sus intereses personales.
Tras más de dos años de tramitación y tras la presentación de toda la documentación que se le solicitó para subsanar los fallos, finalmente el Consistorio de Sóller otorgó la licencia para la reforma de este nuevo hotel. Sin embargo, el empresario denuncia que el permiso se aprobó en el mes de abril, cuando estaba a punto de entrar la moratoria de ruidos, que evita realizar obras de envergadura en esta zona donde se está reformando el edificio.
El juez no solo ha aceptado a trámite esta querella, sino que ya ha citado al exprimer edil de Sóller para que comparezca como imputado el próximo día 6 de noviembre.
Se trata de la segunda denuncia por prevaricación contra este político. Otro empresario le acusa de haber ordenado ilegalmente el cierre del sistema de alcantarillado de un hotel del Port.
