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Felanitx

Diez años sin piscifactorías en la bahía de Portocolom

Sumergido en la polémica pese a tener las autorizaciones administrativas, el nuevo proyecto de engorde de doradas y lubinas tuvo un precedente durante 22 años

Imagen del puerto de Portocolom hace una década, con varias plataformas de engorde. diario de mallorca

El 20 de diciembre de 2005, varios operarios de la antigua cooperativa de pescadores terminaron de arrastrar las dieciocho plataformas flotantes distribuidas a lo largo del puerto de Portocolom. Hace una década, un acuerdo entre el Govern, el ayuntamiento de Felanitx de Catalina Soler y la concesionaria del proyecto, ponía punto y final a 22 años de piscifactorías en la zona este de la isla. El aumento de la contaminación marítima y la falta de rentabilidad de las explotaciones, unido a los cada vez más numerosos episodios de gamberrismo y la necesidad de dragar el puerto, hicieron que el negocio de engordar peces en cautividad terminara languideciendo.

En aquel tiempo, las históricas plataformas, constuidas a base de redes y bidones, constituían una estampa común de la bahía, una práctica que combinaba defensores y detractores y que llegaba a producir cada año unas 20.000 doradas y entre 15.000 y 20.000 lubinas. Pescados fuertes criados en cautividad marina.

Pero si ahora hace diez años que el Govern rescató la concesión administrativa de acuerdo con todas las partes con la intención de regenerar la imagen y calidad de agua de Portocolom, hace trece, en septiembre de 2002, otro promotor, Miquel Planas, presentó en la conselleria de Agricultura y Pesca una solicitud de autorización para una granja de engorde, otra vez, de doradas y lubinas. El mismo proyecto que ahora ha regenerado la polémica.

La nueva piscifactoría no cuenta ni con el beneplácito consistorial (tiene a todos los partidos en contra), ni con el del GOB, ni con el de la asociación vecinal, pese a que se situaría a una milla náutica (1.430 metros) del port de Felanitx y a que tiene el visto bueno tanto de Madrid como de la Comisión Balear de Medio Ambiente, con una concesión de diez años prorrogables. Las autorizaciones estipulan una superficie de más de 112.000 m2, con casi 5.000 distribuidos en cuatro jaulas de engorde de 70 por 70 metros a 40 metros de profundidad. Las previsiones apuntan a una producción de hasta cien toneladas.

El problema de la distancia

En agosto de 2006 el promotor ya lo modificó para alejarlo de los LIC (Lugar de Interés Comunitario) marinos de la costa de Llevant. La dirección general de Biodiversidad elaboró entonces un informe positivo. Pero apenas un año después, en mayo de 2007, la conselleria de Agricultura y Pesca decidió rechazar la autorización, basándose en la oposición en pleno de Felanitx, las alegaciones de la Asociación Balear de Pesca Recreativa Albacora, y el hecho de que entre 1984 y 2007 ninguno de los nueve proyectos de cultivo de peces en cautividad habían prosperado económicamente. Argumentos que en abril de 2012 el Tribunal Superior de Justicia de Balears revocó.

Pero el alejamiento no satisface ahora tampoco al Govern, que pese a recordar que la piscifactoría, con la nueva ley de 2013, debería situarse a al menos cinco millas y 90 metros de profundidad, también reconoce que los trámites se iniciaron con anterioridad y lo único que podrá hacer es "vigilar con lupa" su desarrollo.

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