Uno de los muros en seco del camino de Pol·lèntia que conduce al teatro romano se ha derrumbado recientemente y está siendo restaurado debido al reiterado expolio de piedras. El área, con poca vigilancia e iluminación, ha sido objetivo de los ladrones de patrimonio histórico a lo largo del tiempo. En la actualidad, debido a estos problemas, el acceso al camino se encuentra restringido y solamente se puede acceder en fechas señaladas como las noches del ciclo de 'Teatre a la Fresca' que se celebra en agosto en el teatro romano. Ahora bien, las restricciones no han podido evitar que el muro perimetral finalmente sucumba a los saqueos.

El Consell aprobó este mismo martes una autorización de urgencia para restaurar la pared. El muro se ha ido reconstruyendo con piedras nuevas y rematado con palos y rejilla. A pesar de que la Comisión de Patrimonio aún no puede especificar el coste de la actuación, sí se ha acordado que el Consorcio de Pol·lèntia será el responsable del pago de los materiales necesarios, mientras que el Consell se está encargando de la mano de obra.

Sin embargo, lo ocurrido en los muros de Pol·lèntia no resulta en absoluto novedoso. En concreto, en Alcúdia se han registrado diferentes incidentes en los que los peatones, ignorantes del valor histórico de las piezas, se dedican a robar las piedras para darles fines modernos. Es el caso del invierno pasado, en el que tuvieron que hacerse diversas intervenciones en la muralla debido a la desaparición de piedras de vital importancia para la estructura.

Coloma Terrassa, ex alcaldesa de Alcúdia, explica que "existía un problema de accesos al teatro, no había control". Admitió que se dieron casos de robos, especialmente de piedras de los muros, y por ello "decidimos cerrar el acceso libre".