La alcaldesa nos recibe en el Ayuntamiento y charlamos con ella dando un paseo por el centro. Es una mujer directa y sin tapujos. Asegura que su forma de trabajar es "tener una visión resolutiva ante los problemas".
-¿Cómo es su forma de hacer política?
-A veces se pierde contacto con la población por estar demasiado metida en el despacho. Me gusta salir a la calle y tener que encarar también los problemas e inquietudes de los ciudadanos, que no estén regidos a un horario para contactar conmigo. Yo pienso que si cuando me encuentro con la persona tengo la información para aportársela se la tengo que dar, considero que esta forma de actuar es más funcional .
-¿Y en concreto, qué visión tiene usted para legislatura?
-Es un tema de cambio. Dar un paso más. Conseguir que la gestión sea más ágil, más cercana, ofrecer más información, ayudarlos a que conozcan un poco más cómo funciona el consistorio del pueblo en el que viven. Me apetece que la gente se interese por ver los plenarios para que puedan saber cómo se gestionan los recursos.
-Casi se pierde la oportunidad de ser alcaldesa
-Me veía muy joven, con 34 años, pero después de muchas negociaciones reflexioné y pensé en lo que la gente quería. La gente estaba pidiendo un cambio.
-Entonces, ¿fue una decisión meditada o el objetivo era otro?
-El pacto era el precio de quitar del poder al PP y, si ese era el precio, lo queríamos pagar.
-¿Qué relaciones tienen ustedes con los pueblos vecinos?
-Buena. El Ayuntamiento de sa Pobla está programando un nuevo encuentro con otros pueblos vecinos, como son Campanet y Llubí, para negociar un convenio de promoción turística. La próxima reunión se celebrará aquí en Búger, el próximo 8 de octubre. Además, sa Pobla siempre pone a nuestra disposición sus recursos.
-¿Cuál es su proyecto estrella?
-Crear un cambio de mentalidad en la ciudadanía. Me sentiré satisfecha si somos capaces de que la gente se implique y sea consciente de que son ellos los que pueden participar y ayudar en las decisiones del Ayuntamiento. Un pueblo como Búger te da la posibilidad de llegar a la gente, que participe; son 500 ó 600 casas, ese es mi proyecto estrella porque los ciudadanos ya estarán acostumbrados y lo van a pedir y exigir si después viene otro grupo político. Tenemos que mostrar los problemas que tenemos; los informes técnicos y explicar dónde estamos, las posibilidades y ofrecer la información para que se pueda elegir lo que cómo pueblo consideramos mejor. Yo quiero trabajar hacia donde me diga el pueblo.
-¿Qué piensa usted del 27s?
-Respeto el derecho a decidir.
-¿Usted cree en la idea de qué Madrid nos roba?
-Sí. Es que Madrid nos roba. Yo puedo tener una opinión personal de mis cosas, pero con los recursos públicos no es tener una opinión personal. No pueden organizar las cosas a su manera igual que yo no puedo organizar las cosas a mi manera, deben mirar cómo estamos en general todos. Sólo nos tienen en cuenta para recaudar dinero.
La insularidad es un hecho. Hay mucho que Madrid debe analizar, comprender y hacer una valoración real de los recursos que necesitamos. Estamos en nuestro derecho de pedirlo pero somos menos ruidosos que los catalanes. Este tema me saca de mis casillas, la verdad. Creo que la gente no sabe que está mucho en juego, sus recursos están en juego. Es su dinero, deben devolvernos lo que necesitamos. Ahora mismo nos maltratan económicamente. Espero que el cambio no se haga esperar.
-Es usted la primera alcaldesa de Búger?
-Mi capacidad y mi valía son como persona no por el hecho de ser mujer. Estoy formada y capacitada como persona y profesional. Además, en este pueblo tenemos una jueza, una farmacéutica y una doctora, sólo tenemos un director de escuela y un sacerdote... porque en el sacerdocio no se admiten mujeres, aún, porque si no? (risas).
