Los ayuntamientos de diez municipios de la Serra de Tramuntana solicitarán por escrito a la Delegación del Gobierno en las Islas medidas concretas para acabar con las carreras de motocicletas que se llevan a cabo cada fin de semana en las carreteras de la comarca.

Así lo decidieron ayer los alcaldes y ediles de los municipios de Pollença, Escorca, Fornalutx, Sóller, Deià, Valldemossa, Esporles, Banyalbufar, Estellencs y Andratx que se reunieron en el consistorio valldemossí con el único propósito de atajar esta problemática común. Tras la reunión, los alcaldes decidieron "seguir trabajando juntos" en esta materia y dirigirse a la delegada del Gobierno, Teresa Palmer, para solicitarle su colaboración.

El alcalde de Sóller, Jaume Servera, señaló que "la Delegación es la única administración que puede atajar este problema porque tiene la autoridad en sus manos" por lo que "una delegación de los alcaldes se entrevistará con Palmer para pedirle una solución". Los regidores le presentarán un documento en el que refleja el malestar de los ayuntamientos y la problemática que generan las competiciones ilegales de motocicletas por las carreteras de la Serra. En este sentido, Servera resaltó que estas competiciones moteras "generan muchos problemas de ruido e inseguridad en la carretera debido a que se están haciendo competiciones ilegales".

A su juicio "para los pueblos de la Serra no es problema que haya reuniones moteras que se dedican a pasear por nuestras carreteras, porque el problema radica en aquellos que se dedican a hacer carreras". Para atajarlas confían en la "autoridad" de la Delegación del Gobierno para que tome cartas en el asunto. La reunión de ayer congregó a los alcaldes de los municipios que presentan una problemática común. En el encuentro participaron regidores que forman parte de la Mancomunidad de la Serra y otros no "porque creemos que el problema nos afecta a todos", remarcó Servera.

La problemática denunciada por estos diez municipios se repite todos los fines de semana. En especial durante los sábados por la tarde cuando las carreteras de la Serra, especialmente la Ma-10, se convierte en un circuito en el que se dan encuentro cientos de

moteros de la isla. En algunos tramos la circulación de vehículos se hace especialmente peligrosa debido a la conducción veloz y temeraria de los motoristas, que ponen en riesgo su propia vida y la de los demás conductores. También se ha convertido en un problema para los vecinos de las fincas colindantes.