Más de un millar de multas en un solo mes por aparcar mal el coche de camino a Cala Varques. Entre la Policía Local y la Guardia Civil expendieron 216 y 800 sanciones respectivamente, solamente durante el mes de agosto y a razón de 200 euros cada una.
Desde que a mediados de verano el nuevo equipo de gobierno municipal (Més-Esquerra, PSOE y Volem) decidiera actuar de una vez por todas para regular el caos circulatorio y de presión sobre la cala virgen, muchas han sido las reacciones. El pasado 4 de agosto se colocaron una serie de señales que advertían a los conductores de la prohibición de aparcar sus utilitarios a lo largo del kilómetro y medio del camino que lleva a la entrada de la finca. Una prohibición que pese a estar implícita no era cumplida: "Lo único que hicimos fue poner en conocimiento de los visitantes algo que ya era así", dice el alcalde Miquel Oliver.
Unos días y varias señales robadas después, los 400 coches diarios de media diarios, tuvieron que aparcar a los lados de la carretera que va de Porto Cristo a Portocolom, con el consiguiente peligro para su seguridad y la del resto de conductores.
Pese a las dificultades iniciales, la medida ha surtido efecto y la afluencia a Cala Varques se ha reducido en un 30% respecto al mismo periodo estival del pasado año. "Estamos especialmente contentos", resume el delegado de Urbanismo Joan Llodrà, "es cierto que se puede hacer más, pero con el tiempo que hemos tenido y sabiendo de dónde veníamos creo que se ha actuado bien". Antes de tomar la decisión de no dejar aparcar en el estrecho camino a Cala Varques, el ejecutivo local se aseguró, mediante una serie de reuniones, que las consecuencias coercitivas podrían llevarse a la práctica "y aunque la Policía Local y la Guardia Civil no han podido pasar todos los días, los visitantes ya sabían que en cualquier momento podían tener una 'receta".
57 sanciones en un día
Así además del millar de multas (con una recaudación que supera los 200.000 euros), se han podido retirar también puntos en el carnet de conducir. El récord de denuncias en una sola jornada se produjo el 18 de agosto, cuando entre los dos cuerpos de seguridad, uno en el camino y otro en la carretera, impusieron 57 multas.
"Al menos hemos conseguido que se hable del problema"; "eso ha podido servir para que las demás administraciones reaccionen y vean que la presión sobre Cala Varques era insoportable", reitera el alcalde Oliver.
Según un estudio de ocupación realizado a lo largo de estas últimas semanas, el ayuntamiento de Manacor ha podido constatar mediante fotografías realizadas en días y horas similares anteriores y posteriores a la entrada en funcionamiento de las diferentes medidas, que casi uno de cada tres bañistas ha desistido de llegar en coche. También ha influido la retirada de todo tipo de carteles, pósters y folletos informativos publicitando el arenal.
Para la próxima temporada el Ayuntamiento ya está ultimando un completo Plan Integral de Usos para todo el Área Natural de Especial Interés (ANEI) en que se encuentra Cala Varques y que va desde s'Estany den Mas hasta Cala Antena, a fin de poder controlar mejor también, tanto el exceso de fondeos, como la presencia de gente viviendo y pernoctando en cuevas cercanas o de un chiringuito a pie de playa.
Precisamente esta fue una de las preguntas planteadas tanto por Proposta per les Illes (El Pi) como el Partido Popular (ahora en la oposición) en el pleno municipal de anteanoche. Y es que desalojar las cuevas o la venta ilegal de la playa, excede las competencias de la policía municipal, siendo el Seprona el responsable de poner orden en este sentido. "Hay denuncias hacia los propios agentes locales por haber requisado material que no podían", señala Llodrà, "pero aún así, eso servirá para que nadie pueda decir, a partir de ahora, que no sabe que existe este problema en Cala Varques".
