La localidad celebró anoche su fironet, con el clásico tast de vins, que cada año organiza Licores Moyà y que en los últimos años se ha convertido en un punto de referencia de las fires del pueblo. En total, participaron 17 cellers. En esta ocasión, la cita se celebró en el claustro del convento de los padres franciscanos, fundado en 1585. Los caldos estuvieron acompañados por unas delicias gastronómicas.