El ayuntamiento de Santa Margalida tiene previsto solicitar en los próximos días una reunión con los nuevos responsables de la conselleria de Educación para tratar de desbloquear la construcción de un nuevo centro de infantil y primaria en Can Picafort, una reivindicación histórica y totalmente necesaria debido al nivel de saturación que presenta el único centro público de la localidad costera, con aulas prefabricadas desde hace aproximadamente una década.
El alcalde de Santa Margalida, Martí Torres (PP), explicó ayer que la construcción del nuevo centro de Can Picafort es uno de los objetivos primordiales de la presente legislatura junto a la aprobación provisional de las Normas Subsidiarias y la creación de un nuevo centro sanitario en Santa Margalida. Torres añadió que se realizarán las gestiones oportunas para mantener una reunión con los responsables de Educación para reclamar que en los próximos presupuestos de la comunidad se incluya una partida para la construcción del centro educativo de Can Picafort.
El objetivo del nuevo equipo de gobierno 'margalidà' es que el futuro equipamiento ya sea una realidad en funcionamiento antes de que finalice la actual legislatura política para aliviar la masificación del colegio Voramar, único centro público de una localidad, Can Picafort, que es la más habitada del municipio de Santa Margalida y cada año tiene más necesidades de servicios públicos.
Un largo proceso
El proceso de construcción del futuro colegio de Can Picafort se remonta a varias legislaturas atrás. Los distintos equipos de gobierno han presentado sus propias propuestas de ubicación del centro, pero no fue hasta el pasado año 2013, con Suma pel Canvi y Convergència en el poder municipal, cuando se concretó la expropiación de un solar de 6.000 metros cuadrados ubicado en la avinguda Santa Eulàlia de Can Picafort, en la segunda línea del núcleo residencial y turístico, con el objetivo de cederlo a la conselleria de Educación.
La adquisición se formalizó por un total de 480.000 euros, una cantidad ligeramente inferior a la primera valoración de la parcela, que era de 492.000 euros.
Sin embargo, antes de ceder el solar expropiado al Govern para iniciar los trámites de construcción del centro fue precisa una modificación urbanística para incorporar otros 2.400 metros cuadrados procedentes de una zona verde de 15.000 metros ubicada junto al futuro colegio.
Así, el solar tiene una extensión total de 8.400 metros cuadrados, 300 metros más de los que precisa la conselleria de Educación para redactar el proyecto.
