Operarios del ayuntamiento de Sóller talaron esta semana un ciprés en la plaza de Joan Miró, en el Port, en el que fue el inicio de una polémica reforma del espacio público con el fin de facilitar el giro del autobús escolar.

Las reacciones no se hicieron esperar y muchos residentes de la zona expresaron su disconformidad con la medida llevada a cabo por el ayuntamiento. Los vecinos criticaron la "falta de diálogo" y de "participación ciudadana" del equipo de gobierno en la reforma exprés que se lleva a cabo en la plaza del Port.

Los trabajos que promueve el ayuntamiento de Sóller consisten en eliminar un ciprés y los restos de otro, y en reducir el tamaño de la glorieta central de la plaza donde hay una fuente pública. La reforma tiene como cometido facilitar el giro del autobús que a partir de finales de esta semana acompaña los alumnos del Port a los centros escolares de Sóller.

La situación del árbol y el tamaño de la glorieta impedían realizar el giro de 90 grados que deberá realizar a partir de los próximos días.

Estos trabajos son consecuencia del cierre de un tramo del aparcamiento público de l´Església, situado a escasos metros de la plaza de Joan Miró. Con la ocupación de 510 metros del estacionamiento para ampliar el colegio público se suprimió una de las dos salidas del citado espacio municipal, que era la que hasta ahora utilizaba el autobús escolar.

Tras el cierre se constató que el autobús debía ir a dar el giro en Joan Miró, lo que ha provocado la reforma de la plazoleta.