El edificio de la cantina del campo de fútbol del Sallista de Inca tendrá que ser derribado tras el informe del aparejador municipal en el que se certificaba el estado de ruina.

Habían aparecido unas grietas que se solventaron apuntalando la estructura, pero en solo 24 horas se notó un movimiento excesivo de dichas grietas, por lo que el técnico recomendó derruirlo.

El campo del Sallista forma parte del complejo del Nou Camp. En esta zona practican deporte los equipos de base del Constància, unos 400 niños. La asociación de padres ha instalado de forma provisional un módulo prefabricado que se utilizará como cantina.

Este complejo deportivo presenta un serio problema legal pues fue construido en 1962 por parte de un numeroso grupo de propietarios. En esos momentos se hizo para ofrecer al Constància un lugar en el que poder desarrollar su actividad. Con este objetivo se le cedió el usufructo durante 30 años. Esa cesión finalizó hace unos 20 años, pero el Constància siguió disfrutando de las instalaciones al no denunciar la situación ninguna de las dos partes.

No obstante, el problema ha surgido cuando ha sido necesario hacer una importante inversión municipal en el terreno y el Constància no ha podido acreditar ningún derecho para firmar el convenio correspondiente.

Ante esto, el Ayuntamiento ha hecho una llamamiento público, como propietario con mayor número de títulos (160 en total) para que el resto, hasta 450 participaciones, se personen y se decida en una asamblea un nuevo convenio por el que se cedan las instalaciones al Constància.

Muchos propietarios no han sido localizados debido a que sus títulos son antiguos y figuran con direcciones erróneas.