­Preparados, listos y a ensuciarse. Ése fue el grito de guerra que lanzaron ayer los numerosos participantes en uno de los principales eventos de las fiestas de verano que celebran durante estos días Son Ferrer (Calvià): la primera edición del Porcatló, que, a la manera de otros eventos que se desarrollan desde hace años en pueblos como Andratx, potencia la diversión a través de una prueba de obstáculos donde nadie sale con la vestimenta indemne.

El campo de operaciones de esta competición disparatada fue el entorno del campo de fútbol municipal de Son Ferrer. Los equipos tenían que ser de cuatro personas y era obligatorio que todos fuesen disfrazados. De hecho, entre los participantes, estuvieron dos caras conocidas de la política local: los regidores de Sí Se Puede Calvià, Israel Molina y Fernando Alcaraz, que compitieron vestidos de trogloditas.

El pescado hizo estragos

Uno de los obstáculos que debían superar los equipos se reveló durante la prueba como un gran desafío. Se trataba de sumergirse en un contenedor lleno de pescado. Algunos no pudieron soportar el hedor que salía de su interior.

A continuación, les esperaba otra prueba pringosa: un contenedor repleto de pan en remojo. Había también charcos de agua caliente que los participantes debían reptar, y todo en un día especialmente caluroso.