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Cultura popular

Todos los 'glosadors' de Mallorca en un solo libro

El profesor y experto en cultura popular, Felip Munar, recopila a modo enciclopédico el estado actual de la improvisación de Mallorca, que en dos décadas ha pasado de estar en peligro a constituirse en un valor sólido que cada día acumula más adeptos

"Desde 1994 hasta hoy ha habido una transformación sociológica del concepto de la glosa. Es evidente", explica Felip Munar, profesor y uno de los principales impulsores del rescate del arte de la improvisación en la isla. "Por aquel entonces prácticamente sólo quedaban cuatro glosadors de picat, literalmente: Joan Planissi, Antoni Socies, Rafel Roig y Jaume Joan, que era más joven. No había salido nadie nuevo en los últimos 40 años y la cosa era muy preocupante" recuerda, "algo había que hacer".

Y así fue. Pero como suele suceder los comienzos fueron duros: "Empezamos a ir por todos los institutos de Mallorca, pero en muchos los jóvenes veían aquello como una cosa payesa pasada de moda, ajeno a ellos". Poco a poco consiguieron calar. No en vano, a día de hoy, dos décadas y muchas rimas después ya son "entre 26 y 27" los que son capaces de salir a improvisar con soltura. Y casi todos jóvenes. "Actualmente, aunque en todo el mundo se improvisa, nos miran con envidia al ver el auge y lo que viene por detrás. Por eso, entre otras cosas había que dejar constancia de ello".

Ese recuerdo escrito, esa enciclopedia "que quedará para que la gente sepa qué pasaba en 2015" se titula Els glosadors de picat a Mallorca, y es un repaso a los actuales exponentes de los 'combates', con una introducción previa sobre la esencia de la improvisación, las generaciones perdidas y la conexión directa entre las gloses y la actualidad.

Primeras muestras

Siguiendo con la historia, uno de los pasos fundamentales fue la creación, en 1998 y con Mateu Llodrà al frente, de la asociación cultural Canonge de Santa Cirga en Manacor. Había que mostrar y demostrar que glosar era definitivamente un arte y no una artesanía anquilosada. Se organizan tres muestras autonómicas a las que se invita a los cerebros más rápidos del estado: los troveros murcianos, los bertsolaris vascos, o representantes del punto cubano de Canarias. Se crean los denominados Tallers de Mirabó, donde cada semana se reunen los nuevos aprendices.

"En estos años es cuando descubrimos a un joven en un coloquio en Santa Margalida, que al principio pareció pasar del tema, pero que apuntaba muchas maneras", rememora Munar. Era Mateu Xurí, tal vez el mejor glosador que haya salido en Mallorca desde que la glosa tiene estudios universitarios.

Tras las nacionales vinieron las siete muestras internacionales, siempre primero en el teatro de Manacor, saltando después a Palma y a Alcúdia o Campos. Brasileños, cubanos, italianos o portugueses, todos ayudaron a remontar la autoestima y demostrar que aquello, en Mallorca, ya no podía calificarse de moda.

En 2010, las asociaciones Canonge de Santa Cirga y Amics de la Glosa Pere Gil, se unen para formar la Associació Cultural Glosadors de Mallorca, con Felip Munar de secretario y sede en el Molí den Polit, otra vez en Manacor, cuya querencia por la glosa de picat viene de lejos.

Patrimonio de la Humanidad

Entre tanto la glosa ha sido propuesta para ser Patrimonio de la Humanidad, lo que todavía está en trámites, "45.000 años de oralidad sin escritura lo merecen". Es la importancia de la palabra, su poder crítico e irónico. El mismo que hizo que durante la pasada legislatura siete ayuntamientos del Partido Popular prohibieran que los nuevos glosadors subieran de nuevo a sus escenarios.

Y es que en los Combats actuales ya no suele haber versos de relleno, la mente está ejercitada y la lengua dispara. "Hay algo innato, pero también tienes que preparar el cerebro para que llegue a generar las palabras sin apenas buscarlas", repasa Munar, cuyo libro, uno de los muchos que ha escrito sobre gloses y cultura popular, "es para dejar constancia del cambio social que hemos vivido. Las cosas populares han pasado a formar parte de la vida misma, no son un añadido. Creo que la reacción a la globalización ha sido el retorno a las raices". "Evidentemente hay que renovarla; siempre la comparo con una bota vieja a la que se añade un vino joven".

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