Una cara infraestructura que no da los frutos esperados. Inaugurado en verano de 2008, el Centro de visitantes del Parque Nacional de Cabrera, más conocido como el acuario, o la pecera, de la Colònia de Sant Jordi, precisa urgentemente firmes iniciativas de impulso iniciativas de impulsoy promoción. El nuevo alcalde de ses Salines, el independiente Bernat Roig, del partido Endavant, entrevistado por Diario de Mallorca reconoció que la monumental instalación no ha cumplido con las expectativas de visitantes ni de constituir un revulsivo para la desestacionalización turística y dinamización económica: "Es cierto. El centro de interpretación tendría que ofrecer mucho más rendimiento. En mi opinión, falta un plan estratégico fuerte de difusión y captación de usuarios, porque mucha gente, tanto nacionales como extranjeros, no saben ni que existe".
Cabe recordar que a raíz de las transferencias del parque, pasando las competencias de Madrid a la Comunidad Autónoma, el acuario en cuestión también se incluyó en el 'paquete' y la gestión directa corresponde al Govern (supervisión del patronato del parque), viéndose implicadas directamente las consellerias de Medio Ambiente y Turismo.
De hecho, Roig apunta que en la pasada legislatura 2011-15 se dieron pasos entre el consistorio saliner y el Ejecutivo autonómico de cara a realizar campañas de publicidad y otras acciones. Las autoridades locales e incluso representantes de la Asociación hotelera y de servicios explicaron las necesidades al entonces conseller de Turismo, Carlos Delgado (PP), quien se desplazó a propósito en 2013. Se anunció una campaña para relanzar y potenciar el acuario, con la posibilidad de promover excursiones turísticas con paradas, además de en Cabrera y el acuario, en el Botanicactus y otros sitios sugerentes del Migjorn.
Sin embargo, el ambicioso Centro de visitantes del Parque Nacional de Cabrera está a años luz de cumplir con las expectativas iniciales, cuando Madrid auguró, antes de la apertura del acuario, que habría en torno a 500.000 visitantes anuales, cifra que calificó de "razonable". La realidad es que no llegan a 50.000.
Una inversión récord
Si el recinto abrió acumulando años de retraso, el coste se disparó espectacularmente: alrededor de 21 millones de euros, muchísimo más de lo presupuestado originalmente. Es la inversión récord de la Fundación Parques Nacionales, organismo vinculado al Gobierno central.
Desde mayo de 2013 la empresa Tragsa asume la gestión integral. En la web www.cvcabrera.es se divulgan múltiples detalles. Entre los 'ganchos': "Descubre las profundidades del archipiélago de Cabrera. Dieciocho acuarios donde contemplar la belleza de los fondos marinos del Parque Nacional con cerca de 5.000 ejemplares de más de 200 especies".
En cuanto a arquitectura, "podrás realizar un viaje virtual a través del espacio, el tiempo y las sensaciones, gracias a la extraordinaria arquitectura, obra del arquitecto D. Álvaro Planchuelo Martínez de Haro". Y en materia cultural, "la impresionante pintura mural La Espiral del Tiempo, de más de 500 m2 que podrás visitar en nuestro centro, obra de Miguel Mansanet, muestra una visión de la civilización mediterránea mediante la representación de escenas históricas y mitológicas desde el origen de los tiempos hasta nuestros días".
El proyecto fue impulsado por el exministro de Medio Ambiente y expresidente del Govern Jaume Matas (PP), quien precisamente solía pasar sus vacaciones en la Colònia, disponiendo de un apartamento ubicado a dos pasos. No obstante, fue inaugurado por la ministra socialista Elena Espinosa y el president Antich.
El horario actual de la popularmente llamada pecera es de 10 a 14 y de 15 a 18 horas (admisiones hasta las 13 y 17). Respecto a los precios, si en los primeros años hubo gratuidad y posterior polémica por las "excesivas" cantidades exigidas, en estos momentos están establecidas las siguientes tarifas: Adultos, 8 euros; niños de 3 a 12 años, 4; residentes adultos, 4 y residentes niños, 3. Menores de 3 años, gratis.
Otro motivo de queja es el del cierre invernal. Sin ir más lejos, muchos residentes en la isla y visitantes extranjeros el pasado invierno se toparon con un cartel que rezaba: "Este centro permanecerá cerrado durante los meses de diciembre y enero".
En definitiva, un controvertido y muy caro equipamiento (junto a la playa del puerto, calle Gabriel Roca) que ha vivido cambios en la gestión; modificación de horarios y de tarifas; drástica reducción de personal laboral y de espacios, atractivos y servicios. Vecinos y empresarios consultados por este diario coinciden en lamentar "tanto desperdicio" e "irresponsabilidad política".
