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Inca

Vuelta a los orígenes del zapato

Toni Ferriol triunfa en internet con zapatos de estilo mallorquín adaptados a cada pie

Vuelta a los orígenes del zapato

Toni Andreu Ferriol es un joven inquieto que no se conforma con lo que conoce y siempre está dispuesto a aprender. Polifacético, como nadie, ha experimentado con la producción artesanal de cerveza y con la fabricación de guitarras, pero él es zapatero desde hace años.

Ha regresado a la concepción artesanal del calzado, cansado de un sistema fabril en cadena que en estos momentos es ya una industria residual en Inca. Él trabajó durante años en una gran empresa pero veía que "ese no era el camino. No podemos seguir trabajando para hacer una gran producción porque no somos capaces de vender muy barato, y lo que se hace en las fábricas tampoco es artesanal, ni exclusivo por mucho diseño que tenga".

Ferriol se puso ha trabajar hace unos años con la vieja concepción del calzado. Trabaja sobre el pie, mientras sea posible, y no sobre formas con números. Ha creado además una línea personal, un diseño de un nuevo calzado que él llama espadrilla. Se trata de un hibrido entre la zapatilla de lona de toda la vida y un zapato mocasín. Y como se siente muy mallorquín lo elabora en tela de llengües u otras, pero siempre con un estilo muy tradicional.

Ferriol ha adaptado su forma de trabajar a la del viejo método, pero comercializa con los sistemas más modernos. Su venta es exclusivamente a través de internet y está teniendo un gran éxito, especialmente con clientes en el extranjero.

Primero hace un zapato de papel sobre el pie del cliente. Lo adapta con paciencia a cada particularidad de la persona y luego lo recorta en piezas que trasladará a una plantilla de cartón y finalmente a la piel o a la lona. Tal es la sencillez del trabajo, que sólo necesita, una mesa de corte, una máquina de coser y un banquito de trabajo. Cuando el cliente es de fuera, él mismo se toma las medidas con las indicaciones del artesano y se las remite. Éste las traslada al papel y hace los zapatos.

Pero Toni no se conforma con haber encontrado un trabajo que le llena y ofrece un producto personalizado a cada cliente. Además, organiza talleres periódicamente donde enseña, a quien quiera, a hacerse sus propios zapatos. En estos talleres sólo se paga el material, los conocimientos son algo que Toni lega gustosamente.

"Ir correctamente calzado es muy importante pues de otra forma nos puede ocasionar muchos problemas de salud", asegura el joven zapatero.

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