La plaza del Molí de la Sal de la Colònia de Sant Jordi es el primer lugar de Mallorca que verá crecer dos ejemplares de olmos resistentes a la grafiosis, la enfermedad que en los ochenta acabó con gran parte de ellos tanto en la península como en la isla. Esta semana el catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid y coordinador del proyecto 'Life+, Olmos vivos', Luis Gil, hacía los honores y plantaba, junto al alcalde de ses Salines Bernat Roig y una representación del consistorio, dos olmos seleccionados genéticamente para resistir.
Ambos han sido donados por la dirección general de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a petición del grupo Amics dels Oms de Campanet, en recuerdo de los especialistas Jeroni Torres y Miquel Rosselló, ya fallecidos y que desde 1962 frecuentaban la Colònia de Sant Jordi.
La obtención de estos ejemplares resistentes, según explica la asociación, ha llevado casi treinta años de trabajos e investigaciones por parte del Programa Español de Conservación y Mejora de los olmos, iniciado en 1986 por la administración y la Escuela de Ingenieros de Montes de Madrid, dada la mortalidad extendida provocada directamente por el hongo. "Desechados todos los procedimientos fitosanitarios para combatir la enfermedad, la única esperanza era la selección genética de ejemplares y la comprobación de que los elegidos eran resistentes tras inocularles la enfermedad".
Municipio pionero
Gil, cuya relación estrecha con la Colònia de Sant Jordi durante cuarenta años ha hecho que done dos de estos ejemplares al pueblo, recordó este martes en el momento de la plantación, que solamente "uno o dos de cada 5.000 olmos son resistentes a la enfermedad", lo que ha incrementado el tiempo de espera hasta tener resultados. Ahora el programa ya ha conseguido obtener un número suficiente de genotipos que servirán para garantizar la preservación de la especie "a las generaciones que nos sigan y, en este caso, para el disfrute de los coloniers y los numerosos visitantes estivales a las playas mejor conservadas de Mallorca, como son las de los municipios de ses Salines y Campos".
El alcalde, Bernat Roig junto a los regidores que estuvieron presentes en la plantación, agradece el gesto y apunta que de esta forma estos individuos jóvenes plantados, "permitirán que la escasa sombra que hay en la plaza, pueda aumentar dado en plazo corto de crecimiento que tienen". "Son los primeros testigos de que los olmos vuelven a nuestros pueblos", señalan desde Amics dels oms. "Le he pedido si para el próximo verano podía traernos unos cuantos olmos más. Esperemos que sea posible", dice Roig.