Los bailes de los cossiers de Alaró, que están a un paso de ser declarados oficialmente Fiestas de Interés Cultural, volvieron a ser los protagonistas ayer del último día de las fiestas de Sant Roc. Los cossiers iniciaron su actividad con un recorrido matinal que se realiza por las calles del pueblo y que se detiene ante los domicilios de los cossiers para interpretar una de sus danzas.

El vicepresidente del Govern, Biel Barceló, y el del Consell, Francesc Miralles, no quisieron perderse estos bailes tradicionales que cada día tienen más repercusión. La ruta de los dansaries por el pueblo es diferente de un año a otro.

Ayer, empezó en la Plaça de la Vila, continuó por las calles Porrosar, Son Sitges, Pujol, Sant Roc, el Camí de ses Barreres, Metge Jaume Colom, Can Ros, Can Cladera, Pere Rosselló Oliver, Sant Bartomeu, Avinguda Constitució, Ermità Joan Mir, Manyoles, Costa i Llobera, para acabar en la Avinguda de la Constitució.

En cada una de estas paradas, lo habitual es que los vecinos ofrezcan una mesa con comida y, sobre todo, bebida, para calmar los calores de los cossiers y de sus acompañantes, que bailaron por la mañana hasta la una.

En ese momento, llegó el turno de las populares carreres de joies en la avenida principal de Alaró, junto a la calle Germans Perelló, y con protagonismo también de los cossiers que abrieron la competición.

Entrega de premios

La carrera tenía este año como premio un gallo que la alcaldesa Aina Munar sostuvo hasta que pudo entregarlo al ganador, que fue de nuevo la Dama, Miquel Martorell.

Ya por la tarde los cossiers participaron en la misa que precedió al desfile del patrón, interpretando el tradicional Ball de l'Oferta.

Ahora, habrá que esperar a finales del mes de mayo para que vuelvan a alegrar con sus danzas a los vecinos de Alaró y a todos aquellos que les siguen.