Felanitx cerró el mes de julio con una recogida de basura orgánica de 1.030 toneladas acumuladas en solamente 31 días. Este volumen supone un incremento del 30% respecto al mismo periodo del pasado 2014, cuando los residuos de los contenedores verdes tradicionales sumaron 789.000 kilos. "Entendemos que ni el sistema de recogida ni el número de contenedores está dimensionado para esta punta estival", reconocen los responsables municipales Joan Aznar y Colau Barceló (Més), "también comprendemos que los ciudadanos puedan criticar los problemas que tenemos para retirar toda la basura, pero en ningún caso aceptamos las críticas del PP, puesto que no están legitimadas después de doce años gestionando el servicio".
Hace unos días los conservadores recorrieron el municipio fotografiando distintos puntos de recogida, tanto orgánica como selectiva, en los que las bolsas, escombros y voluminosos se acumulaban sin control aparente.
Los motivos, según el nuevo equipo de gobierno, se reparten entre el aumento incontrolado de las casas y los chalés particulares ofertados en alquiler irregular durante el último año "sobre todo en temporada alta", los pocos efectivos de la brigada que se encargan de la recogida orgánica en Felanitx ciudad (sólo cuatro de los 24 de su plantilla), la eficacia mejorable de la concesionaria responsable en Portocolom, Cala Ferrera, s´Horta y Cas Concos y la carencia de puntos de aportación y su distribución.
Motivos
"Es algo que está claro que debemos mejorar de cara a 2016, que es cuando podremos desarrollar de verdad nuestras políticas al respecto", señala Aznar. Una de las claves será el aumento de efectivos que se encarguen de la recolección "bien sea aumentando los trabajadores de la brigada, o bien subcontratando algún servicio". Otra será incrementar los 600 contenedores que hay a día de hoy esparcidos por el municipio, y que en meses concretos se ven desbordados. "En la contrata con Cespa-Ferrovial se contempla el cambio de 50 al año, a los que el Ayuntamiento deberá añadir 50 nuevos más".
Para terminar de arreglar el problema, en este caso de la recogida selectiva, Barceló apunta a la mayor concienciación al respecto por parte de empresarios y hoteleros, "con los que deberemos trabajar subiendo la tasa y bonificando por cuotas de reciclaje".
Teniendo en cuenta la cifra inicial y sabiendo que Tirme cobra al Ayuntamiento 130 euros por cada tonelada de basura orgánica recogida, solo en el mes de julio la factura a pagar por el consistorio subirá hasta las 134.000 euros.
