"Las laxas condiciones en las que se desenvuelve el mercado de alquiler de corta estancia a turistas en muchas ciudades españolas permiten a los propietarios de los inmuebles la obtención de unos niveles de rentabilidad muy superiores a los obtenidos por su alquiler de larga estancia a residentes". Ésta es una de las conclusiones a las que llega el estudio presentado la semana pasada por Exceltur, que constata que, como consecuencia de esta realidad, se produce un aumento de los valores de las propiedades inmobiliarias que acaban "expulsando" a la población local. "Se percibe una clara relación entre la consolidación del fenómeno del alquiler de viviendas a turistas y el aumento de sus precios de venta", remarca el informe. Para hacerse una idea del alcance del fenómeno de la ´hotelización´ residencial a nivel del Estado, valga este dato: la oferta de plazas en viviendas de alquiler turístico es de 2,7 millones, lo que supera el número total de plazas regladas, que suman los hoteles, los albergues y los agroturismos. Un auge al que ha contribuido de forma especial la demanda extranjera. El estudio realizado por la consultora EY en colaboración con el despacho Tourism&Law y la empresa de investigación de mercados Nielsen analiza las consecuencias de este tipo de oferta turística, desde el punto de vista del empleo, ya que no lo genera en la misma medida que el sector hotelero, o de la convivencia con las comunidades de vecinos, como se ha demostrado en los últimos años con episodios de incivismo en zonas como la Barceloneta.
