Andratx recupera una tradición única en Mallorca y en todo el mundo. Se trata de la fiesta de Ses Madones, que se remonta al año 1578, una costumbre histórica que resurge de la mano de la asociación cultural y folclórica Aires d'Andratx, que dirige Macià Tomàs.
Fue un sábado día 2 de agosto de 1578 cuando Andratx sufrió uno de los ataques más violentos de los piratas turcos que asolaban el Ponent de la isla. Tal y como detalló Macià Tomàs durante la presentación de Ses Madones 2015, la historia refleja que los otomanos eran muy superiores en número pero los andritxols y las andritxoles supieron cómo hacerlos recular para terminar venciendo y evitar una inminente invasión.
La tradición dicta que la victoria de los lugareños estuvo dirigida por la mediación de la Mare de Déu dels Àngels y, como agradecimiento, los vecinos prometieron honrarla cada año durante el 2 de agosto.
Desaparición
En el libro de La Història de Andraig, su autor, el pare Joanillo, refleja que a finales del siglo XIX la fiesta había desaparecido prácticamente con estas palabras: "Quanta responsabilitat davant les futures generacions pels qui no han volgut o no han sabut conservar tan llegítima i bella tradició que era motiu de glòria dels nostres avantpassats i honor de la raça!".
Macià Tomás recuerda que en los años treinta del siglo XX resucitó la histórica fiesta con grandes celebraciones y esplendor. Fueron unos años buenos. La Guerra Civil hería de muerte la fiesta de Ses Madones y, después de unos años inciertos, desapareció, como tantos otros festejos populares en el municipio.
Sin embargo, la celebración del dos de agosto sí que permaneció en la memoria de muchas personas que entonces eran jóvenes del pueblo en aquellos años y que ahora han ayudado a recomponer la tradición festiva.
En aquellos tiempos remotos, la población de la Vall d'Andratx vivía diseminada y no existía un núcleo poblacional como ahora se entiende. Aparte de los barrios des Pantaleu, los vecinos se agrupaban en pequeñas posesiones como Son Maó, Son Corso, Son Jofre, Son Prim y Son Toni Petit, entre otras.
La población tenía que ir a la fiesta con los medios de que disponía, es decir, prácticamente todos a pie; y las madones de esas casas, con su somereta. Éste, según explicó Tomàs, puede ser el origen de la fiesta tal y como hoy nos llega.
Macià Tomàs, como promotor de la recuperación de esta tradición, quiere llegar más lejos y aspira a darle un enfoque más actual y emocionante a la fiesta.
Tomàs indica que es una fiesta donde todos los vecinos, unidos a las madones, se reúnen al paso de las mujeres sobre las someres durante un recorrido por las calles de la Vila para honrar al pueblo, sus costumbres y las tradiciones y para dejar testimonio de que, "hasta que podamos, nos sentiremos orgullosos de ser 'andritxols", apunta Tomàs.
El objetivo es que todos los vecinos y todos los que llegan de fuera "conozcan esta fiesta, la quieran y se emocionen al cantar la Balanguera, todos juntos después de la ofrenda floral que se realiza en la Creu de sa Costa en la plaza Pou", informa el impulsor de la fiesta.
La colaboración de la Asociación de Caballistas y de Carreteros de Andratx, que dirige actualmente José Luis Vega, también es esencial para poner en escena la celebración.
10 Madones
El día de Sant Pere, patrón de la localidad, en el Castell de Son Mas, Macià Tomás presentó las diez madones que este año saldrán a la calle. Se trata de Joana Alemany, Catalina Enseñat, Isabel Enseñat, Maria del Mar Cuart, Aina Cuart, Magdalena Flexas, Margalida Massot, Miquela Pérez, Carmen Sanchez y Esther Campagne.
