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Sa Fira

Dios protagoniza la primera polémica política en Pollença

El crucifijo todavía estaba cuando March fue investido.

Todavía no ha pasado ni media semana desde la constitución del Ayuntamiento y el nuevo equipo de gobierno de Pollença ya tiene la primera polémica sobre la mesa. El principal grupo de la oposición, Tots per Pollença, del exalcalde Tomeu Cifre, ha criticado a través de su página de facebook la decisión del equipo presidido por Miquel Àngel March de retirar el crucifijo que, hasta el mismo día de su investidura, presidía una de las paredes de la sala de plenos. Una polémica que no es nueva en el municipio del Nord, ya que en un pasado no muy lejano la izquierda ya intentó sin éxito la eliminación del símbolo cristiano apelando al carácter laico de la administración pública.

Más que del hecho en sí, fruto de una decisión unilateral, Cifre critica que el nuevo gobierno local haya actuado sin informar de ello a los otros grupos, lo que iría en contra de la transparencia y la participación a las que Junts Avançam se comprometió durante la campaña. "Desconocemos si ello responde a alguna cláusula de los pactos de investidura y de gobierno, pero esta acción incumple un acuerdo de pleno de la pasada legislatura que aprobó que no se retirase", critica Tots per Pollença. "Así, sin oportunidad de debatir, por la vía rápida, seguro que no hay discusión. Ni pleno, ni consulta", concluye el grupo de Cifre. El comentario que figura en el perfil de facebook es contestado por varios ciudadanos, que critican a Cifre por "meterse con chorradas como esta".

Los Independents de Santa Margalida confirman su mala relación con Joan Monjo (El Pi)

En un comunicado colgado en las redes sociales, los Independents de Santa Margalida, que han pasado de ostentar la alcaldía a estar en la oposición debido al pacto ´in extremis´ firmado entre Joan Monjo (El Pi) y Martí Torres (PP), intentan justificar ante sus bases su negativa a reeditar el acuerdo con el polémico regidor regionalista que sí hubiese intentado el PSOE, la otra mitad de Suma pel Canvi. El motivo es el "deterioro" que habían sufrido las relaciones entre ambos en la última fase de la legislatura debido a la "actitud" de Monjo hacia los ediles y militantes de Suma. "Recibimos quejas de muchos ciudadanos relacionadas con Joan Monjo", apuntan. La gota que colmó el vaso de la "pérdida de confianza" hacia el regidor del PI fue la negativa de Monjo a aprobar "en el último momento" la relación de puestos de trabajo del Ayuntamiento. El comunicado desvela además que Monjo instó a los miembros de Suma pel Canvi a decidir si podrían "convivir" con él antes de decidir un posible pacto.

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