Jaume Servera fue proclamado ayer alcalde de Sóller en una sesión plenaria en la que se comprometió a ser "el alcalde de todos los sollerics" y a convertir el municipio "en una ciudad amable con la gente". El alcalde obtuvo el respaldo de la mayoría de la corporación fruto del acuerdo entre Més y PSOE. Tras la jura de su cargo ante un tomo de la Constitución, el ya nuevo primer edil afirmó en su primer discurso que asume el cargo "con agradecimiento, responsabilidad e ilusión".
Pidió un "voto de confianza" a la oposición y la ciudadanía y aseguró que "se puede gobernar pensando en la gente, para crear una ciudad amable con los sollerics y sus visitantes" con una gestión de gobierno en la que defenderá "el entorno, nuestro patrimonio, la cultura y la lengua".
Visiblemente emocionado por la trascendencia del momento, el nuevo alcalde de Sóller afirmó que escuchará a la gente y buscaré el "consenso entre todos", a la vez que apeló a la "unidad y la seguridad" de todos los grupos políticos representados en el consistorio. El alcalde recibió los votos de Més y PSOE tras el pacto suscrito entre ambas formaciones. El PP votó por su candidato, Carlos Simarro, mientras que los representantes de PI y Guanyem optaron por la abstención.
Primeras críticas
Tras su primer discurso, Servera ya escuchó sus primeras procedentes de la bancada de la oposición. Susana Sina (Guanyem) criticó la "falta de pluralidad" del nuevo equipo de gobierno y la "falta de comunicación" que tuvieron Més y PSOE durante la negociación del pacto.
Jaume Bestard (El Pi) señaló que el pacto progresista "margina las minorías" y criticó que los partidos que ahora están en el gobierno local "han perdido la oportunidad de alcanzar un pacto de gobierno de consenso".
Carlos Simarro, que minutos antes traspasó la vara de mando a Servera, señaló que el PP "hará una oposición constructiva a pesar de ser la lista más votada" y que con su marcha deja un Sóller "mejor" de lo que se encontró. El ya jefe de la oposición agradeció la labor de funcionarios y concejales "en una legislatura muy complicada" en la que "ha bajado el paro, se ha reactivado la economía, se dejan unas cuentas municipales saneadas y unos servicios que funcionan bien".
