El ayuntamiento de Campos ya ha asumido que a partir de este fin de semana y en plena temporada alta, deberá cerrar temporalmente la carretera que da acceso a ses Covetes y, por tanto, a sus playas cercanas. Las 300 plazas para estacionamiento de zona azul se prevén insuficientes ante la masiva llegada de turistas al tiempo en paralelo al aumento de las temperaturas. Por lo que los agentes encargados de controlar la ORA se encargan ya de avisar tanto a la Policía Local como a los responsables del consistorio cuando las plazas libres sean inferiores a la decena. Lo que ya estuvo a punto de pasar este jueves entre las 12.30 y las 13 horas "aunque finalmente el tráfico se reguló de forma normalizada a la hora de comer". "Este fin de semana lo más seguro es que debamos efectuar cierres más o menos constantes de una media hora para regularlo, desviar los vehículos hacia sa Ràpita y asegurar la seguridad del lugar a falta de una solución definitiva", señala Sagreras.

Entre las medidas acordadas esta semana por el ayuntamiento de Campos, está la de ofrecer a los vecinos residentes en ses Covetes, dos autorizaciones por cada vivienda para que puedan pasar sin problemas durante el tiempo en que la carretera de acceso al núcleo permanezca cerrada por exceso de vehículos: "Como serán coches que tan solo tendrán que pasar sin que después ocupen una plaza de aparcamiento ORA, no habrá problema en permitirles el acceso motorizado", explica el alcalde campaner, "después cada uno lo estacionará o en su garaje o en su plaza de vado permanente".

Otra se centra en acotar el horario de paso a los camiones y furgonetas de suministro de los restaurantes y otros negocios, para que solo puedan permanecer dentro de la zona desde las 9.30 hasta aproximadamente las 11, cuando el flujo de residentes y turistas empieza a aumentar. Con otro tramo horario abierto a partir de las 19.30.

Ni lanzadera ni tren turístico

El Ayuntamiento descarta la posibilidad de habilitar tanto un bus lanzadera como un tren turístico para que haga las veces de transporte comunitario hasta pie de playa. "Por lo que respecta al bus lanzadera, hemos comprobado que mide 2,5 metros de ancho, lo que es lo mismo, por ejemplo, que un camión de butano; demasiado para poder transitar con comodidad en el núcleo con coches aparcados", dice Sagreras. Lo mismo ocurre con el tren propuesto por algunos negocios, que, aunque sea más estrecho "no tiene marcha atrás y no podría maniobrar por las calles estrechas para dar la vuelta".