La rectoría de Llucmajor vuelve a estar habitada. Después de 14 años de gestión franciscana, vuelve a haber un capellán diocesano en la parroquia de Sant Miquel. El último fue mosén Jaume Serra. Y desde el pasado fin de semana, mosén Eugeni Rodríguez Adrover (Palma, 1968). También se encargará de la iglesia de Sant Jaume de s'Estanyol, santuario de Gràcia y oratorio de Cala Pi. Asegura que está "muy ilusionado" y con ganas de llevar a cabo "muchos proyectos nuevos, con creatividad".

En una carta dirigida a los cristianos (en catalán y castellano), Rodríguez remarca: "Mi prioridad personal hasta el mes de octubre, en que empezaremos el curso parroquial, es poder hablar personalmente con cada uno de los cristianos, responsables y agentes de pastoral de la parroquia. En primer lugar para conocernos y en segundo lugar para que me trasladéis vuestras inquietudes, preocupaciones en la marcha de la comunidad y en vuestra vivencia personal de la fe". En esta línea, dicha carta remarca el objetivo de fomentar "una iglesia de puertas abiertas para poder acoger y escuchar". A su vez apuesta por "personalizar la fe" y contar con la figura del "acompañante espiritual".

En su inicio del ministerio presbiteral llucmajorer, Rodríguez, que en los últimos tres años estudió en Madrid teología pastoral y catequética, subraya la importancia del diálogo y respetar la voluntad del consejo parroquial. A la pregunta de si al fin la iglesia retirará el águila franquista que corona la lápida de la fachada parroquial, respondió ayer, consultado por este diario, que en primer lugar se informará y hablará con diferentes personas e instituciones, como el Bisbat. Hay que recordar que, desde hace años, PSOE y PSM (ahora Més) reivindican que se cumpla la Ley de Memoria Histórica del Gobierno central y se retire el águila. De hecho, un acuerdo plenario instó hace unos años al Bisbat a dar pasos en este sentido.

Por otra parte, cabe destacar el nuevo rumbo unísono de la actividad católica local. Parroquia de Sant Miquel y convento franciscano de Sant Bonaventura han acordado trabajar conjuntamente en cuanto a la coordinación-programación de celebraciones, sacramentos (bautizos, bodas, comuniones, bodas) y catequesis.

El nuevo rector no se ha encontrado con deuda parroquial ni necesidades de emprender acondicionamientos de infraestructuras ni restauraciones patrimoniales, a excepción de en Gràcia, "donde siempre hay obras por ejecutar...".

Dedicará esfuerzos a los jóvenes (actividades como campamentos, catequesis, etc.), creará una web para la parroquia y complementará las visitas turísticas al templo de los viernes y sábados con la apertura del museo parroquial.

Rodríguez (hijo de un impresor) fue durante 15 años director de comunicación del Bisbat. Se estrena como rector en Llucmajor, a sus 46 años. En el pasado fue vicario en las poblaciones de Coll den Rebassa, Badies, Esporles, Banyalbufar, Estellencs y s'Esgleieta.