La Fira de Maig de Campos volvió a desplegar lo que mejor sabe mostrar: la calidad del producto realizado en Mallorca, aunado con condimentos de maquinaria industrial y artesanía. El producto de panaderos, heladeros, embutidos, quesos y un largo catálogo del buen comer, conjugados con lo que durante muchos años fue el mayor motor de la economía campanera: la leche y unas vacas de primera calidad que, ya tumbadas a la sombra después de su concurso de 'belleza' del sábado, contemplaron pasar a los miles de visitantes con rumiante parsimonia.

La Fira empezó cuando el sol comenzaba a picar de lo lindo, sobre las 9,45 con la plantada de gigantes del ayuntamiento de Campos y de la Associació Societat i Costums, a los cuales se les unieron diferentes colles geganteres de Mallorca y Catalunya y las consiguientes autoridades políticas, a punto para la ocasión.

Momentos de campaña

Y es que entre tanto público y votante potencial, los partidos locales buscaron arrimar a los campaners a su sardina, instalando una serie de paradas, cada uno con los colores correspondientes, para explicar el programa y renovar amistades. Mención especial para el anfitrión, el alcalde Sebastià Sagreras (PP), quien tuvo que guiar al presidente del Govern, José Ramón Bauzá y al conseller de Medio Ambiente, Biel Company, por las principales paradas de la Fira. Allí Bauzá repartió abrazos y besos y no dudó en catar todos aquellos productos que, casi en cada etapa, le fueron ofreciendo: desde olivas a embutidos.

Entre tanto la vida continuó y Campos se fue llenando hasta casi el colapso circulatorio llegado el mediodía. Desde la quinta muestra de Pa Pagès Campaner i Tast d'Ensaïmada, hasta las ya tradicionales exhibiciones ecuestres y de tiro con arco. A las 12,30 horas llegó el momento del gran desfile y entrega de premios a las mejores vacas frisonas, una competencia ganada por la vaca Shottle Eva, de la ganadería menorquina de Biniseguí Vell, de Es Mercadal.