Un repunte inesperado en el área de Urgencias del hospital Comarcal de Inca ha saturado estos días el área de hospitalización obligando a posponer operaciones no urgentes.

Esta medida no ha sido del agrado de representantes laborales del personal que opinan que había otras opciones que no suponían molestias a los usuarios.

El hospital reconoce que ayer se pospusieron seis operaciones no urgentes y que de hoy se han pospuesto siete. Un portavoz autorizado sostiene que "no se trata de que estas personas tengan que esperar meses, el retraso será de una semana o diez días".

Oficialmente el hospital reconoce que ha habido una punta inesperada de demanda del área de Urgencias y que eso ha obligado a ingresar a más pacientes de lo esperado.

De hecho ayer, fuentes sindicales, informaron que de 23 plazas de que dispone la unidad de hospitalización Materno-Infantil once estaban ocupadas por adultos. Las mismas fuentes señalan que "mientras había dos madres recientes en el paritorio esperando ser hospitalizadas durante toda la mañana".

El hospital reconoce que efectivamente había camas ocupadas por adultos en Materno-Infantil, pero matiza que "se trata de una práctica protocolizada. Cuando se necesitan camas se utilizan las de Materno-Infantil con ciertas restricciones evidentes como enfermos contagiosos y otras patologías no compatibles".

El hospital insiste en que se trata de una situación transitoria por un repunte de Urgencias. Sin embargo desde UGT se critica que "esa situación responde a la imprevisión fruto de los recortes". El sindicato asegura que "una gran parte de urgencias son fruto de que los centros de salud están cerrados por la tarde cuando antes funcionaban hasta la noche".